Antoine Griezmann fue la ausencia más notoria del once titular del FC Barcelona ante el Sevilla. El francés ya venía de no ver minutos ante el Elche y todo parecía indicar que saldría desde el inicio ante los andaluces, pero Ronald Koeman sorprendió al volver a rezagarlo a las gradas. El técnico holandés no está nada contento con él por el partido que desplegó ante el Paris Saint-Germain por la ida de octavos de final de la UEFA Champions League, por lo que decidió darle una nueva lección.
Ya el pasado año el estratega dejó al ‘7’ en el banquillo en duelos importantes, y de esta manera consiguió que el francés reaccionara logrando superar todos sus registros en el Barça en un deslumbrante mes de enero. Pese a todo, el cuerpo técnico está convencido que el equipo juega mejor ante los grandes cuando está blindado atrás, y en el nuevo esquema no tiene cabida. Dicho cambio fue ejecutado este sábado en el Sánches Pizjuán, y tuvo como resultado la sólida victoria del cuadro azulgrana (0-2).
Koeman terminó muy disgustado tras la derrota ante el PSG. El propósito del técnico era jugar de “tú a tú” con el conjunto parisino, en provecho además de las sensibles bajas de Neymar Jr y Ángel Di María, pero tiene claro que cometió un grave error. Entiende que actualmente, este Barça solo puede plantar cara a los grandes con un equipo menos ofensivo y mejor trabajado de medio campo hacia atrás. Por tanto, sus claras preferencias en el frente de ataque son Ousmane Dembélé y Lionel Messi, con más libertad en sus movimientos. Su rapidez y calidad pulverizaron al Sevilla y dieron un nuevo impulso al equipo.
Griezmann no está siendo el constante jugador decisivo que tire del carro. Sin embargo, Koeman está contento con su sacrificio y profesionalismo, pero entiende que el Barça necesita valerse de jugadores rápidos y desequilibrantes en el frente de ataque a partir de ahora. Es por tanto que insistía en el fichaje de Memphis Depay en este mercado de enero, para romper más con velocidad. Ahora, resta esperar cómo gestiona el técnico los partidos más importantes, pero queda claro que la fórmula de tres centrales o, incluso, de tres centrocampistas, podría darse en más de un partido desde ahora.
Griezmann parece no tener cabida
En las rotaciones, Griezmann está ahora muy por detrás de su compatriota Dembélé, que le ha ido como anillo al dedo este tipo de cambio de sistema que genera más espacios para correr arriba. Aunque la baja de Pedri, que podría estar ausente por unas tres semanas, trastoca los planes del holandés y puede dar aire a Griezmann. Sin embargo, parece claro que el francés disputará escasos compromisos importantes a partir de ahora. La noche del PSG fue un punto de quiebre, y dejó claro a Koeman que se puede competir y ganar incluso, únicamente si se equilibra mucho más al equipo sacando a un jugador ofensivo del once.