El FC Barcelona necesita recaudar dinero urgentemente por la crisis económica que ha provocado la pandemia. Los ingresos han bajado unos 300 millones de euros por culpa del coronavirus y todo lo que ha generado, por lo que el club necesita que los jugadores echen una mano y acepten una rebaja salarial. Ese fue el objetivo de Josep Maria Bartomeu antes de dimitir, pero el ex presidente no tuvo suerte.
El ex máximo mandatario blaugrana no alcanzó ningún acuerdo con el vestuario y tan solo pudo lograr que Marc-André ter Stegen, Gerard Piqué, Frenkie de Jong y Clément Lenglet, que renovaron antes de que se fuera, aceptaran aplazar el 30% de su sueldo de este curso para las siguientes campañas. Esto es lo mismo que les está pidiendo ahora mismo la Comisión Gestora, que ha cogido el testigo de la Junta Directiva pasada.
Pero esta nueva Junta Gestora tampoco está teniendo suerte y por ahora los futbolistas se han negado a aceptar una rebaja. Esto empieza a ser un problema grave, ya que el Barça necesita dinero urgentemente. Precisamente por esto, en 'Mundo Deportivo' informan que Ronald Koeman habrá aceptado ya recortarse el salario para dar ejemplo a sus jugadores.
El de Zaandam ya le habría comunicado a Carles Tusquets, presidente de la Comisión, que acepta sus condiciones. Un gran gesto del holandés, que cuando aceptó dirigir al conjunto barcelonista lo hizo sabiendo la delicada situación económica que estaba atravesando el club. El ex seleccionador de Holanda todavía es consciente de ello y por eso no ha dudado en decir "sí".
Koeman intentará dar ejemplo a la plantilla
Además, Koeman quiere servir como ejemplo y nexo de unión entre la Gestora y el vestuario, que por ahora son más partidarios de esperar a que haya nuevo presidente para negociar una posible rebaja. El técnico, que todavía no ha podido reunirse con todos desde antes del partido contra el Dynamo de Kiev, lo hará este viernes por fin. Su idea es darles la noticia de que él mismo ha aceptado para intentar que vean que es la mejor opción.
Lo que el entrenador culé quiere es que termine el debate sobre este tema y que los jugadores puedan centrarse en lo único que de verdad importa, el fútbol. El neerlandés no intentará convencer a nadie, pero sí buscará que vean que lo mejor es solucionar o aparcar esto para pensar en los objetivos deportivos del Barcelona. Habrá que ver si el vestuario lo comprende o sigue en sus trece y se niega a aceptar el acuerdo.