Koeman, en busca del sistema ideal para el FC Barcelona

Antes de Navidad, el FC Barcelona obtuvo una esperanzadora victoria contra el Real Valladolid que fue considerada una de las más convincentes en lo que va de temporada. En el partido contra el cuadro pucelano, Ronald Koeman había decidido innovar y apostar por un sistema 3-4-2-1 con tres defensas centrales y dos carrileros largos para abrir el campo. Algo que tuvo continuidad contra el Eibar.

En el último partido del FC Barcelona en este atípico 2020, el entrenador holandés decidió volver a jugar con tres defensas aunque, en esta ocasión, lo tuvo que hacer sin dos de sus jugadores más importantes: Leo Messi y Jordi Alba. El astro argentino, que había recuperado su mejor versión ante el Real Valladolid, descansó contra el Eibar, mientras que Jordi Alba cumplía ciclo por cinco amonestaciones.

En el duelo post-navideño del Camp Nou, Ronald Koeman apostó por Antoine Griezmann y Junior Firpo como relevos del argentino y del de L'Hospitalet. Curiosamente, el francés había cuajado sus mejores partidos como azulgrana cuando no coincidió con Leo Messi sobre el terreno de juego, mientras que el hispano-dominicano recuperó esa posición de carrilero en defensa de tres que le hizo triunfar contra el Real Betis.

El caso es que Ronald Koeman, pese a lo que había dicho en sala de prensa​ (afirmó que el 3-4-2-1 dio "más seguridad atrás al tener más gente en el mediocampo entre líneas. Hemos visto un equipo muy serio, muy concentrado, hemos creado además muchas oportunidades, pero no sé si mantendré o no este sistema"), siguió apostando por el nuevo sistema, que le funcionó a las mil maravillas cuando lo estrenó.

Tercer esquema que prueba Koeman

Pese a que Ronald Koeman, tras llegar, parecía muy firme defendiendo que el FC Barcelona​ tenía que jugar con un 4-2-3-1, ya hace algunas semanas que se ha abierto a experimentar con más sistemas de juego. Especialmente por las lesiones y por la irregularidad de los resultados del equipo antes de agitar la coctelera, que han obligado al técnico holandés a buscar soluciones.

El primer cambio de Ronald Koeman fue recuperar el mítico 4-3-3 en partidos como el del Levante (con victoria pero un juego muy poco convincente) y contra la Real Sociedad (con una mejora formidable respecto al duelo contra los 'granotas'). Luego llegó el pinchazo contra el Valencia, en un partido en el que faltó profundidad, por lo que el técnico holandés innovó nuevamente contra el Real Valladolid. Tras los buenos resultados en Pucela, repitió contra el Eibar.