Koeman no escuchó al club y rechazó cambiar a los capitanes del Barça

Ronald Koeman llegó al vestuario del FC Barcelona en el peor momento posible. El holandés aterrizó en el Barça después de un año en blanco y tras la peor goleada que los azulgrana han recibido en su historia en Champions League. El 2-8 contra el Bayern de Múnich hizo mucho daño y casi termina con Leo Messi fuera del club. El argentino se quiso ir y el holandés tuvo que lidiar con este tema durante todo el verano.

Finalmente, el de Rosario se quedó medio obligado y el de Zaandam tuvo que trabajar con él para volver a meter en dinámica lo antes posible. Además de esto, el neerlandés también tuvo que lidiar con los casos de Luis Suárez, Arturo Vidal e Ivan Rakitic, jugadores a los que la directiva quería fuera. Por todo ello, es evidente que el clima que se respiró en Can Barça en esos inicios no era el mejor.

Pero no solo con eso tuvo que torear el ex seleccionador de Holanda, ya que desde el club le instaron a hacer una revolución importante dentro del vestuario. La directiva y la secretaría técnica no estaban contentos con los capitanes después de la desastrosa temporada y del doloroso 'KO' frente al Bayern. Sacando a Messi de la ecuación, según 'Sport' se cuestionaba la falta de liderazgo y de saber estar del resto de 'capis'.

Sergio Busquets, el segundo, Gerard Piqué​, el tercero, Sergi Roberto, el cuarto, fueron los señalados. La idea era que el míster diera un golpe encima de la mesa y demostrara que era él quien iba a mandar en el Barcelona desde ese momento. A Ronald se le puso el ejemplo de Johan Cruyff, que en su día decidió designar él mismo a los capitanes en otra situación de crisis parecia a esa.

Los tres nombres que dio el club para sustituir a Busquets, Piqué y Sergi fueron Marc-André ter Stegen, Frenkie de Jong y Clément Lenglet. Los tres eran en ese entonces valores de presente y futuro para el Barça, por lo que tenía cierto sentido. Ahora, a 'toro pasado' no hubiese tenido ningún sentido proclamar capitán al galo, que no ha dado la talla y que ni siquiera se merece ser titular. Sin embargo, el alemán y el medio holandés no habrían sido malos capitanes.

Koeman no quiso imponerse a los jugadores

Koeman se pensó la recomendación del club durante varios días, pero finalmente decidió declinarla. El técnico, que también fue un 'peso pesado' en su día, sabe mejor que nadie qué significa estar en el Barça y por eso prefirió no hacer nada y que fuese la plantilla, como siempre, los que escogieran capitanes. La elección fue la misma de siempre y nada cambió en cuanto a estatus en el vestuario barcelonista.