La palabra 'tranquilidad' se borró del diccionario de Ronald Koeman cuando aterrizó en Barcelona para convertirse en entrenador del Barça. Llegó durante el verano pasado, justo después de la humillación en Lisboa ante el Bayern Múnich (2-8) y con Leo Messi enviando un burofax a Josep María Bartomeu anunciando que quería marcharse. El club estaba hecho ruinas y, un año después, la situación no parece ser, en ningún caso, más sencilla. En este momento, el club blaugrana está en el tope de su crisis... Y el panorama es complicado. 

Lo de Messi el año fue un aviso. Ahora, la situación es real e irreversible: el argentino, máximo referente histórico del Barça, ha dejado el club y los jugadores tienen que dar un paso al frente para llenar un vacío que, siendo realistas, es demasiado difícil de ocupar porque, con dependencia o no,  'La Pulga' 'movía', de cierto modo, a los suyos. Cuando él cambiaba el ritmo, el equipo subía de nivel, cuando él pedía el balón, la alerta de peligro se encendía para los rivales y las probabilidades de que los blaugrana terminaran anotando eran excesivamente altas. 

Messi, en todos los sentidos, era un 'plus' para el Barça y ahora Ronald Koeman tiene que lidiar con un vestuario que aún siente la fuga de su máxima estrella. Al mismo tiempo, tiene que incluir a jugadores con los que no cuenta en absoluto porque no tiene otro remedio. Un nuevo arranque que pinta a ser difícil para el entrenador neerlandés y que tomará de mucho trabajo para resolver las grandes fallas que tiene el equipo. 

El gran problema, además de Messi, al que se enfrenta el de Zaandam son los nuevos fichajes. Finalmente, el club le cumplió su deseo de reforzar el equipo y lo han hecho con cuatro jugadores, tres a coste cero. Sin embargo, el club no ha podido inscribir a Memphis Depay, Sergio Agüero y Eric Garcia. De momento, solo Emerson Royal podrá arrancar la temporada este domingo ante la Real Sociedad en el Camp Nou. El resto, está en 'stand by'... Y corren peligro. 

La prioridad del Barça es Memphis, sin lugar a dudas. El neerlandés ya ha comenzado a dar pruebas de su calidad en los partidos de pretemporada, pero en Can Barça no han conseguido hacerle hueco en la plantilla y, salvo a alguna sorpresa entre hoy y el sábado, con salidas de jugadores inesperados o la rebaja salarial de la que tanto se ha hablado, el ex del Olympique de Lyon tendrá que esperar para poder debutar en LaLiga Santander. 

El Barça, al límite 

La situación es extrema, también fuera de los vestuarios. El club negocia las salidas de algunos futbolistas, pero saben que es bastante poner en el mercado a jugadores que no han demostrado tener gran nivel y que, peor aún, tienen salarios muy elevados. Samuel Umtiti, por ejemplo, ha aceptado abandonar el Camp Nou, pero con la condición de marcharse a un equipo de gran nivel; una situación más que complicada porque hay pocas ofertas (como la del Benfica), pero su sueldo anual de 12 millones de euros frena cualquier negociación que pueda despegar. 

Es el mismo caso con Miralem Pjanic, Philippe Coutinho... Jugadores que están un día 'a punto' de hacer sus maletas para dejar la Ciudad Condal pero cuyos acuerdos terminan cayéndose siempre a consecuencia del tema económico. El panorama, en resumen, es complicadísimo y, salvo a sorpresa, el Barça comenzará la temporada tal y como terminó la pasada (más Emerson).... Y ahora sin Leo Messi.