Ronald Koeman no era precisamente el favorito para asumir las riendas del FC Barcelona tras la manera en la que finalizó la campaña pasada, pero en medio de una renovación tan inminente como necesaria, el técnico holandés, que ya había mandado varios mensajes directos para dejar en claro su interés por el banquillo culé, aterrizó en Camp Nou para reconducir el rumbo.
No ha sido fácil y sigue estando bajo la lupa, aunque es cierto que el mérito merecido es bien otorgado para un equipo que apenas el calendario dio marcha al año natural, acumula 10 partidos seguidos sin conocer la derrota (8 victorias y dos empates) que le dieron 26 puntos de los 30 disputados en ese tramo. A día de hoy, ya igualó la marca de Quique Setién, director técnico anterior en el equipo.
No es casualidad que el despegue de Leo Messi influye mucho en estos buenos resultados, los mismos que se esperaban cuando debutó en Champions League con goleada ante el Ferencváros y dejaron buenas sensaciones. Pero así como hay un Messi en el equipo, también hay muchas irregularidades que parece haber despejado por completo, por ahora.
El clásico ante el Real Madrid fue el primer balde de agua fría de la temporada, con un 1-3 inesperado hasta en la propia afición blanca que se esperaba lo peor al ver a su equipo comprometiéndose en Champions y navegando a la deriva en la competición local.
Cádiz daba una nueva oportunidad para recobrar confianza pero bien merecido aquello de matagigantes para el club amarillo endosándole un 2-1 al Barcelona. Koeman comenzaba a sentir incomodidad, la prensa lo echaba y regresaban aquellos fantasmas de su etapa en el Valencia, pero lo mejor estaba por venir.
Esa derrota fue un punto de inflexión para el equipo y desde entonces encadenó esta racha que mejoró la que se fraguó hace una temporada, ya que Setién consiguió 24 puntos en 10 juegos (siete victorias y tres empates) y Koeman lo supera por dos. Pero es solo el comienzo, porque el verdadero desafío está en Ernesto Valverde, que en su primera campaña dirigiendo al club encadenó 36 partidos sin perder.
Entre las notas positivas de esta cadena de juegos invicto, destaca que los ocho juegos ganados se dieron fuera de casa, por lo que una vez fortalezcan el feudo local, podrán sacarle igual o más provecho que a las visitas, en las que ha conseguido ocho victorias en igual número de encuentro con rivales como Granada, Real Sociedad y el reciente Athletic de Bilbao, que también le sirvió de revancha.
Haber recuperado a Messi (sigue en proceso de recuperar su máximo nivel), la importante (pero reducida) presencia de Riqui Puig, un bloque que trabaja de forma eficiente cuando De Jong es el maestro de ceremonia, son algunas de las claves de un Barcelona que comienza a levantar la cara en LaLiga, por mucho que se hable de un Atlético de Madrid como campeón anticipado.
Valencia y Eibar fueron los únicos capaces de robar puntos a la plantilla de Koeman y lo lograron a domicilio, siendo las víctimas fuera de casa Levante, Real Sociedad, Valladolid, Huesca, Athletic, Granada, Elche y Athletic de nuevo. Precisamente el conjunto bilbaíno, que cayó en ambos duelos ligueros, amargó la fiesta de la Supercopa con un empate a última y posterior remontada, evitando que la racha fuese de 14, tras las dos victorias en Copa y el empate ante la Real Sociedad en la Supercopa.
Las claves del éxito
El acierto con Araújo en defensa, un Ter Stegen que siguen sorprendiendo en cada tapada que puede y un engranaje que coge forma, hicieron del equipo una muralla para solo recibir siete goles en 10 encuentros. Ya en clave ofensiva, 24 goles anotados repartidos en 10 goleadores distintos: Riqui Puig, Pedri, Dembelé, BRaithwaite, Lenglet, Araújo y Jordi Alba anotaron un tanto, Griezmann y De Jong marcaron tres y Lionel Messi, acumuló ocho, casi uno por partido.
La concentración ha jugado a favor y han sabido sufrir para llevarse la victoria, siendo Messi (dos ocasiones) el que más ha decidido partidos con un gol. También De Jong y Griezmann definieron el marcador viendo puerta. El próximo duelo será ante el Betis de Pellegrini, equipo que marcha octavo en la competición y esta temporada está demostrando que está dispuesto a hacer sufrir a cuanto rival se pare en frente, apoyado en la inspiración de Joaquín y Canales, este último que está jugando a un nivel superlativo.