En el Barcelona se ha hablado largo y tendido este verano sobre cómo reestructurar el centro del campo a tenor de que Iniesta está cada vez peor y que los fichajes de los últimos años no están rindiendo cómo se esperaba. Pero hay uno que sí ha funcionado a la perfección: Ivan Rakitic.
El croata vino del Sevilla por apenas veinte millones de euros hace cuatro temporadas y su rendimiento ha sido más que notable desde entonces. En su primer año ya fue titular, relegando a Xavi al banquillo y marcando un gol en la final de la Champions League. Con Luis Enrique fue uno de los jugadores de campo más utilizados.
Cabe destacar que a día de hoy no hay ningún jugador con sus características para actuar en la media. Un futbolista versátil y polivalente, que destaca por su gran calidad pero también por su sacrificio en defensa, ocupando huecos y también por su forma física. Todo ello seguirá siendo clave para el nuevo Barça de Valverde.
Hasta ahora ha sido titular indiscutible y no tiene pinta que la llegada de Paulinho le vaya a relegar al banquillo. Porque incluso con un cambio de sistema su inteligencia táctica y su capacidad de trabajo le permitiría jugar al lado de Busquets. Un comodín perfecto que el Barça necesitará en su máxima versión.
Por más años buenos
Como hemos dicho anteriormente, Rakitic está ya amortizado. Y es que desde su llegada al club, la eficiencia del croata está fuera de toda duda: 29 goles y 22 asistencias en 162 partidos. Y además cree que la plantilla es buena para competir por todo: "Creo que tenemos una buena plantilla, hay que estar al 100% partido tras partido. No es lo habitual que en un equipo como el Barça haya cambios tan grandes en agosto".