García Pimienta y Álex García ya saben lo que quiere Laporta, más bien, que no los quiere Laporta, porque en la mínima que tuvo puso mano dura para poner a andar su proyecto y dio salida a ambos del organigrama del Barcelona. Desde el vestuario, ya hay rumores y algunos jugadores no muy contentos.
Ambos estuvieron en la fuerza base del club durante mucho tiempo y de hecho, muchos de los hoy pertenecientes al primer equipo culé están tocados porque fueron dirigidos por ellos, mucho o poco tiempo, pero coincidieron en algún momento y al mismo tiempo, la buena relación traspasó las canchas.
La decisión más que extraña fue sorpresiva, porque tal como señalan distintos medios también cercanos al club, ambos tuvieron una ratificación hace pocos días, confirmando que estarían en la próxima campaña. Lo que sucedió recientemente, fue un balde de agua fría para Pimienta y García, que no lo esperaban.
El más complicado de entender es el de García Pimienta, porque no solo tenía un buen trabajo en las fuerzas juveniles sino que además ha sido el eterno candidato a tomar las riendas del equipo cada vez que los técnicos están tocados, desde Valverde, pasando por Quique Setién y terminando en Koeman.
En cada “crisis” que aparece en el club por malos resultados, Pimienta suena como el candidato perfecto porque cuenta con el aprecio de cada uno de los jugadores veteranos y también los jóvenes que van subiendo de categorías. Precisamente los pesos pesados del vestuario parecen estar más incómodos con la situación.
Jordi, Laporta y un nuevo Barcelona
Restructurar el club pasa por tomar decisiones difíciles y esta seguro que lo fue, más allá de que tenga motivos deportivos, personales o de cualquier índole, se acaba de dar despedida a dos personas muy ligadas al seno del club y las raíces del equipo, por lo que desde la llegada de Jordi Cruyff hasta esta recisión, Laporta ya sabe lo que es estar en el club y sabrá lo que está haciendo.