Laporta no olvidará fácilmente la Superliga y sigue adelante con el plan

Joan Laporta se presentó finalmente ante los socios del FC Barcelona para entre muchos temas, hablar de la actualidad económica del club, principal preocupación que dejó un vacío enorme al escuchar al presidente culé, que confía en salir de esta situación pero a la vez entiende lo difícil que será lograrlo.

Y una de las herramientas para hacerlo es la Superliga, que así se le llama por el nombre que recibió, pero bien se podría cambiar siempre que conserve la esencia e idea principal: rescatar el fútbol desde sus clubes. Barcelona y Real Madrid, equipos españoles que siguen en el camino, siguen siendo de sus socios.

Esto permite que solo los éxitos deportivos se traduzcan como ingresos de dinero, algo que habla bien de ambas instituciones al estar en la vanguardia del fútbol europeo y mundial en lo que va de siglo a pesar de enfrentarse a los proyectos millonarios del PSG y el Big Six de la Premier League inglesa.

Liverpool y Chelsea son dos de los últimos tres campeones de Champions, a falta del Bayern de Múnich, que no cuenta con el músculo económico más prominente del mundo pero sí que tiene un monopolio de jugadores en Alemania con el Borussia de Dortmund como proveedor principal de estrellas.

Laporta fue claro ante los socios: “Será la competición más atractiva del mundo, con meritocracia, con solidaridad. Además, con unas reglas de funcionamiento, de gestión de clubes, que impedirá que los clubes Estado alteren la competición del modo que están haciendo ahora”.

Estas palabras van en el mismo sentido de Florentino Pérez, presidente de la Superliga al menos en su primer año, con el firme propósito de dar un vuelco al modelo obsoleto que mantiene la UEFA en la actualidad con grandes pérdidas para los clubes, que deben invertir un gran monto año a año para competir contra otros 31 equipos, buscando un mismo trofeo para todos.

Seguir adelante con este proyecto es más vigente que nunca luego de que la justicia en Suiza diera fuerza a lo que ya un tribunal de Madrid estipuló ante la postura de la UEFA, que pretendía sacar de competiciones europeas a Barcelona, Real Madrid y Juventus, trío de sobrevivientes de los 12 clubes fundadores de inicio.

Hasta nueve equipos, Atlético de Madrid incluido, dieron marcha atrás al proyecto apenas la UEFA sometió a presión a cada uno de ellos, dejando contra la pared a todos los involucrados menos a los tres mencionados, que se han mantenido en la misma línea pese a las amenazas constantes de Ceferin.

Salvavidas

La situación económica del Barcelona solo deja espacio para arriesgar en un proyecto de este tipo, sabiendo que traerá beneficios económicos mayores a los tradicionales, exposición mediática en todo el mundo y también una gran cantidad de posibles fichajes, una triple ventaja que justamente encaja con lo que más se necesita ahora en el club.