Este lunes, Joan Laporta ha oficializado formalmente su unión a la carrera por la presidencia del FC Barcelona, ofreciendo una rueda de prensa en la que habló sobre sus ideas como candidato al cargo. El abogado y exmandatario del club espera concretar el número de votos ideal para volver al control de la entidad azulgrana, como ya pasó entre 2003 y 2010, cuando llevó al equipo a uno de sus mejores periodos, históricamente hablando.
Bajo el lema "Estimem el Barça" ('Queremos al Barça'), uno de sus primeros mensajes durante su intervención ante los medios fue dirigido justamente a sus intenciones, de salir victorioso en la contienda electoral. "Quiero unir a todo el barcelonismo. El barcelonismo nos hermana y es momento de ir juntos para empujar al equipo al éxito y a la victoria, a la gloria. Tenemos que hacerlo sin mirar atrás y sin reproches", fueron las palabras de Laporta al respecto.
Posteriormente, sobre la motivación y las razones que tiene para presentarse como candidato a las elecciones presidenciales del FC Barcelona, Laporta reconoció que el gran afecto que siente por la entidad ha sido su principal impulso. "Me presento porque quiero al Barça, a su gente y su afición, a la Masia, al club. Quiero volver a servir al Barça, tememos la preparación, experiencia y determinación necesarias para hacer los cambios que el club necesita. Tocará coger la maleta y salir a vender", concretó el expresidente.
De conseguir la victoria en el próximo evento electoral que realizará el Barcelona, Laporta estaría obteniendo una satisfactoria revancha, ya que la última vez que intentó proponer su nombre como opción para el timón del mismo, en el año 2015, fue derrotado por Josep María Bartomeu. En ese entonces, el ahora exmandatario del culé, quien renunció este año antes de que se realizara la moción de censura en su contra, venía de presidir de forma circunstancial a la entidad y la misma había cosechado un triplete.
Los años dorados de Laporta
Aunque sus primeros dos mandatos, dados durante la primera década del presente siglo, tuvieron sus altos y sus bajos, también es justo decir que fue, quizás, el periodo más exitoso de la historia del FC Barcelona. En 2003 fue el encargado de traer a Ronaldinho al Camp Nou y tres años después, tras apoyar incodicionalmente el proyecto de Frank Rijkaard, el técnico neerlandés cosechó la segunda Champions League en la historia culé.
Posteriormente, tras la destitución de Rijkaard en 2008, Laporta dio la oportunidad de dirigir al primer equipo a Pep Guardiola, entrenador en ese entonces del Barcelona B. El resto del cuento es historia viva para el barcelonismo, ya que entre ese año y el 2012 el equipo consiguió 14 títulos, incluídos los seis que obtuvo a lo largo del 2009. Esta es la mayor insignia gerencial que dejó el ahora candidato a la presidencia azulgrana, durante sus años en los despachos del Camp Nou.