El FC Barcelona ha vivido cambios importantes desde la llegada de Xavi Hernández a la dirección técnica. Si bien el equipo actualmente no está viviendo su mejor temporada y el egarense no pudo evitar la temprana eliminación en la Champions, la implantación de su juego y la incorporación de nuevos efectivos a la plantilla en el mercado invernal han rendido sus frutos.
Recientemente, el presidente de la entidad catalana, Joan Laporta, ha ofrecido declaraciones para 'Mundo Deportivo' en las que ha detallado parte de las decisiones que debió tomar desde su retorno, especialmente en lo referente a las conversaciones con el antiguo entrenador, Ronald Koeman, eventualmente destituido para dar paso al actual técnico culé.
La decisión de retener a Koeman en el banquillo
Al término del curso 2020-21, Laporta había evaluado el despido del neerlandés. No obstante, la obtención de un título terminó por hacerle cambiar de opinión. Además, las finanzas dificultaban realizar el movimiento: "Al acabar la temporada digo: 'Venga, hacemos el cambio de entrenador ya'. Pero habíamos ganado la Copa, que fue espectacular, que la disfrutamos y celebramos mucho, y teníamos una situación muy delicada".
Sin embargo, en el momento no le comunicó a Koeman cuál sería su decisión: "Hablamos con el entrenador y yo le dije muy claramente lo que me preguntó y yo le dije que no. Le dije: 'No me hagas contestarte porque tengo dudas, hemos ganado la Copa pero no me gusta como jugamos. Se ha cambiado el sistema. Puedo entender que se cambia porque no se tiene a los jugadores adecuados al sistema que queremos jugar, pero tengo dudas. Déjame reflexionar 15 días y luego te voy a contestar'".
Otra de las razones por las que decidió que el neerlandés siguiera al frente del banquillo se debía a su situación contractual: "Tenía contrato en vigor y no era lo más oportuno en ese momento cambiar de entrenador y le dimos una oportunidad. Esa oportunidad no fue, por circunstancias, porque también tenía lesionado, una plantilla muy erosionada en cuanto a la mentalidad, a la motivación. Al haber tantos lesionados le dimos una segunda oportunidad".
El porqué del llamado a Xavi
No obstante, los resultados obtenidos terminaron torciendo las cosas: "Pero en un momento determinado ya vi que se iba por el mal camino, que no íbamos bien. Y como manteníamos conversaciones permanentes con Xavi desde las elecciones y habíamos ido hablando, yo le dije que el tiempo lo íbamos a ir marcando. entonces le pregunté si estaba listo para venir y si podía inmediatamente porque estaba en Catar y tenía contrato en vigor. Dijo que sí, luego fueron Mateu y Yuste, arreglaron el tema y vino Xavi".
De igual forma, asegura que no se siente arrepentido por lo ocurrido: "Arrepentido no estoy de nada de lo que haya hecho, porque lo he hecho todo en interés del club. Lo he dicho muchas veces. A mí esta teoría del arrepentimiento… Yo solo me arrepiento de lo que he hecho mal a conciencia. Y como no he hecho las cosas mal a conciencia no me arrepiento de nada. Intento hacer las cosas bien, en interés del Barça. ¿Que a veces acierto? Sí. ¿Que a veces me equivoco? También. Eso es la vida".
Para Laporta, haber fichado a Xavi antes del inicio de la temporada en curso tampoco habría sido una garantía de éxito: "¿Si llegamos a tomar esta decisión antes, al final de la temporada anterior o en septiembre antes que en octubre, hubiera cambiado algo? Pues no lo sé, no lo sé… El análisis es más complejo porque también ha pasado la ventana de invierno, hemos podido incorporar jugadores que están marcando diferencias, antes no los teníamos… Todo es un proceso. A lo mejor si lo hago antes hubiera ido mejor, pues sí, igual sí. Pero tampoco es seguro".