El FC Barcelona se ha topado con los mismos fantasmas que en el comienzo de temporada y a este punto valen el triple. El Barça, que estea obligado a no fallar, ha dejado en el camino dos nuevos errores, que se suman a una larga lista de acciones que le han costado el resultado a los de Ronald Koeman o, de cierto modo, los han incomodado. Una situación que parece no tener fin a pesar de los cambios implementados en el equipo en los últimos meses.
En los primeros meses de la temporada eran más comunes y frecuentes para el Barça. Principalmente porque estaban en una etapa de transición y todavía los jugadores no se habían asentado ni entendido por completo el planteamiento de Ronald Koeman. Sin embargo, después de tantos partidos y de que el conjunto azulgrana diera un paso adelante y se presentara como un equipo más confiable y menos predecible, resulta alarmante que continúen los errores defensivos clamorosos, sobre todo cuando se juegan tanto en la temporada.
Los errores de Mingueza, Piqué y Umtiti frente al Granada fueron la última prueba de que todavía hay mucho que mejorar en Can Barça, sobre todo en la concentración de los jugadores y la necesidad de cerrar los partidos temprano, algo que se ha repetido, también, a lo largo de la temporada. Porque hay que recordar que, en los primeros meses de LaLiga, ante el Sevilla, comenzó la pesadilla en la zaga defensiva.
En aquella oportunidad, Frenkie de Jong no fue contundente al momento de despejar de cabeza y dejó el esférico a Luuk de Jong, su compatriota, para que superara a Neto. Los primeros dos puntos perdidos. La historia se repitió a finales de octubre, en Mendizorroza, en otro 1-1. Luis Rioja se aprovechó de una cesión de Piqué a Neto, que el guardameta brasileño no pudo controlar ni resolver acertadamente. Otros dos puntos que quedaron en el camino.
Ante el Atlético de Madrid, posteriormente, un fallo de concentración volvió a pasar factura. Gerard Piqué no estuvo acertado para disputar un balón, en el centro del campo y, de inmediato, llegó otro desajuste de Ter Stegen para que Angel Correa mandara el balón en profundidad a Yannick Carrasco, para sentenciar el duelo.
Una historia sin fin
La cadena de errores no se ha detenido en ningún momento. En diciembre, ante el Cádiz, el conjunto 'gaditano' se valió de un error clamoroso para firmar el 2-1, después de un saque de banda mal gestionado entre Clément Lenglet y Jordi Alba, para que Álvaro Negredo firmara la victoria de su equipo. Ante el Eibar (1-1), Ronald Araújo se confió en un balón cuando era el cierre y dejó robarse la cartera por Kike García, que no falló ante Ter Stegen en un mano a mano.
En el 2021 continuaron los fallos. Contra el Athletic de Bilbao, en San Mamés, Leo Messi falló en una entrega horizontal que derivó en el segundo gol de los 'leones', aunque en el último minuto de partido. La racha continuó ante el Rayo Vallecano, en Copa, obligados a remontar, Granada (dos errores clamorosos de Samuel Umtiti, para los goles de Kenedy y Soldado).
En la Champions League, los errores han valido el doble. En la derrota 1-4 ante el París Saint-Germain, los jugadores del Barça quedaron retratados una y otra vez ante los parisinos, con dos errores gravísimos en el segundo gol de Kylian Mbappé o en el tanto de Moise Kean, que llegó tras una seguidilla de fallos de los blaugrana.
Cifras alarmantes
Lo más preocupante es que el FC Barcelona se ha 'caído' en momentos importantes por errores propios. En lo que va de temporada, en 49 partidos disputados entre Liga, Champions League, Copa del Rey y Supercopa de España, los culés han encajado 51 goles (1,09 por partido). Casi la mitad, unos 19, han llegado por errores defensivos, colectivos o individuales y otros 11 desde el punto penalti.