Si Leo Messi está motivado y tiene hambre de gol, es muy complicado que alguien, ni siquiera un equipo entero, consiga pararle. Y esa premisa indiscutible en el fútbol moderno volvió a quedar demostrada este sábado al mediodía en El Sadar, donde el astro argentino volvió a hacerse "grande" para auparse hacia el "Pichichi" de Liga Santander 2016-17 con 11 goles, habiendo sido capaz de anotar además un total de 19 dianas a lo largo de su carrera futbolística a Osasuna.
El mejor jugador del Barça ante Osasuna
"La Pulga" brilló con luz propia a lo largo de los noventa minutos, y aunque anotó un "doblete" fue capaz de marcar mucho antes varios tantos para poner por delante al equipo culé en la primera mitad, a pesar de que el portero Nauzet Pérez se cruzó en su camino.
Fue por eso por lo que el primer gol del atacante argentino no llegó hasta el minuto 73, gracias a una buena asistencia de Jordi Alba que se incorporó perfectamente por la banda izquierda y, tras un pase en profundidad de Denis Suárez, le asistió con un pase de la muerte medido. Leo Messi tan sólo tuvo que dirigir el pase hacia el fondo de la portería con un toque util, colándose el balón para desesperación de la afición rival.
Era el 0-2 para el FC Barcelona y el gol de la sentencia, teniendo en cuenta que Luis Suárez había anotado el primero pocos minutos antes, también a pase de Jordi Alba. Pese a todo, el hecho de que abundaran los contraataques en los últimos minutos de juego, dada la insistencia de Osasuna en buscar la meta de Ter Stegen, provocó que el FC Barcelona dispusiera de más oportunidades de gol.
Y, en una de ellas, ya en el tiempo añadido de juego, Leo Messi deshizo la defensa rival por el centro, dejando sentados a sus contrincantes para, con una tranquilidad pasmosa, firmar el tercer gol del partido y el segundo en su cuenta particular. "Doblete" de Messi, pero no hay que reducir su actuación meramente a los dos tantos.
Básicamente porque Messi fue el artífice de la gran mayoría de ocasiones peligrosas del Barcelona, un cerebro ofensivo que Osasuna no pudo controlar. En la primera mitad asistió con un toque preciso de puntera a Luis Suárez, en un mano a mano que el charrúa no pudo resolver. También retrasó su posición en ocasiones y ejerció de pasador, convirtiéndose, como suele ser habitual esta temporada, en el "jugador total" del FC Barcelona. Con Messi a este nivel, no hay discusión sobre quién es el mejor del mundo.