Los partidos de eliminatorias mundialistas dejaron grandes lecciones para Koeman, que pudo ver a su gran jugador, Frenkie De Jong, en distintas posiciones con la selección de Holanda, además de Wijnaldum y Depay, que también formaron parte de los partidos y hasta marcaron goles durante este parón.
De Jong participó como mediapunta ante Turquía y aunque no lo hizo mal, tampoco fue el mejor partido de su vida, demostrando que necesita estar un poco más atrás, como en los dos partidos siguientes, en lo que jugó como mediocentro y dejó en claro que desde la zona de construcción, pocos en el mundo tienen más talento que él.
Wijnaldum pasó un poco por la misma situación, siendo mediocentro casi en solitario en el primer encuentro pero los turcos fueron muy duros. Letonia vio cómo formó una llave muy efectiva con Frenkie y ante Gibraltar, se lució como interior en una línea de tres mediocampistas, incluso anotando goles.
Depay fue el que menos variantes aportó con dos posiciones, siendo delantero en el primer encuentro con apenas algo de participación, mientras que en los otros dos estuvo como extremo izquierdo y desde ahí sí pudo hacer bastante daño, marcando goles y siendo bastante profundo para el equipo holandés.
Koeman se frota las manos con estos duelos en los que tanto Wijnaldum como Depay dieron una demostración de ser polivalentes, algo que servirá como argumento para convencer a Laporta de llevar a cabo sus fichajes que ya de por sí son buenas opciones al llegar gratis tras la finalización de su contrato.
Encajan bien
Depay puede ser el recambio de Dembelé o Ansu Fati, a priori titulares como extremos para Koeman la próxima campaña, así como también un falso nueve que aporte juego a sus compañeros. Por su parte Wijnaldum es un perfil que en el equipo no hay ahora mismo y puede ser valiosa su incorporación.