El libreto de Xavi funciona otra vez tras el bloqueo ante el Galatasaray

Decía Eric García después del triunfo del FC Barcelona ante el Osasuna que "jugando con intensidad y ganas es difícil ganarnos" y mucha razón tiene el central catalán. El Barça ha vuelto a ganar, golear, convencer y generar confianza, todo en la previa de una semana en la que los azulgrana se 'juegan' la vida en las dos competiciones que disputan: Europa League, contra el Galatasaray (jueves, 18:45 h) y Real Madrid (domingo, 21:00 h). Un triunfo que devuelve la ilusión escondida y que prepara, sin duda, solo para lo mejor. 

Porque si bien ante el Elche ganó y contra el 'Galata' se quedó a cero por un grandísimo Iñaki Peña, el Barça había dejado la sensación en ambos enfrentamientos que no estaba ofreciendo su mejor versión y que, sobre todo, tenían la pólvora mojada. Volvían a estrellarse más de la cuenta contra la portería rival y se quedaba la idea de que el equipo no podía dar un paso al frente. Este fin de semana, frente a los rojillos, el libreto de Xavi ha vuelto a funcionar. 

Se ha hablado mucho de los automatismos y los cambios que ha conseguido Xavi desde su llegada al cuadro culé. Ha tenido que ir poco a poco, con dudas de comienzo pero con una idea muy clara que ahora es más que palpable. El Barça es un equipo reconocible, eso sí, pero que sabe reinventarse en el campo y entender lo que necesita el partido. Los jugadores han cambiado de chip y ese es uno de los factores más importante: No solo se elaboran jugadas con muchos toques, sino que también apuestan por el fútbol más rapido y con contragolpes. 

Xavi mencionaba alguna vez que ambas cosas eran parte del ADN Barça. Todo estaba permitido, siempre y cuando llevase al gol. Los culés están intentando todo y aprovechando todas sus oportunidades, preparándose para lo que viene. Contra el Osasuna el plan salió de maravillas, aunque en la previa aparecía como un partido trampa por lo bien que venían los rojillos de visitantes. No obstante, los culés 'mataron' el choque demasiado pronto. 

El egarense rotó, pero no renunció a lo que quería. La banda derecha fue la más explotada en el partido, con un Dani Alves jugando más como interior y dando compases con Pedri González, pero la gran estrella fue un Ousmane Dembélé que consiguió hacer fiestas por su extremo, jugando a lo que quisiera y dando dos pases de gol claves para matar el choque antes de la media hora de partido. 

Primero fue uno a Ferran Torres para dejarlo solo en el área y que tuviese que rematar, después otro a Aubameyang para que solo tuviera que empujar... El francés hizo lo que quiso e invita a cuestionarse si el Barça tendría que insistir en su renovación, porque está siendo importante y ha demostrado su compromiso absoluto con el equipo. Ya no hay quien le pite. No hay porqué. 'Dembouz' dio rienda suelta a su velocidad, pero supo combinar con centros de 'lujo' y sin tantas imprecisiones, como en partidos anteriores. 

Una puesta en escena muy completa

Ante el Galatasaray quedó muy evidenciado como al Barça le costaba horrores presionar la salida del rival y que perdía toda la creatividad ofensiva en zona de tres cuartos. De hecho, en la primera parte solo consiguieron dos oportunidades gracias a Memphis Depay, una a balón parado. Xavi había dejado descansar a Busquets, pero muy pronto tuvo que cambiar de plan ante la incertidumbre en el centro del campo. 

Este domingo volvió a rotar, pero fue De Jong quien se quedó en el banquillo. 'Busi' apareció en la sala de máquinas y Pedri con Gavi ofrecieron equilibrio, pero también dominio y 'empuje' al equipo como interiores. Son los más jóvenes de la plantilla y no les pesa. Dejaron la enésima 'master class' en su portafolio y una nueva prueba de que hay magia cuando el balón pasa por sus botas. Son indiscutibles.