No es extraño que Joan Laporta tenga ganas de volver a vibrar con un Clásico Real Madrid-FC Barcelona. Esta vez no será en el Santiago Bernabéu, escenario donde se ha llevado grandes alegrías, sino unos kilómetros más al norte, precisamente en Valdebebas, justo cuando se cumplen once años exactos de su último enfrentamiento vivido como presidente del club azulgrana. Un 0-2 que, además, fue del todo decisivo para conquistar el título liguero.

Fue el 10 de abril de 2010 cuando el Real Madrid y el Barça llegaban empatados en lo más alto de la clasificación, por lo que había mucho en juego. El conjunto dirigido por Pep Guardiola fue notablemente superior al de Manuel Pellegrini y Xavi Hernández puso las asistencias para los tantos de Lionel Messi y Pedro. En el minuto 32, el astro argentino combinó con Xavi y se desmarcó, el de Terrassa se la devolvió y el ‘10’ controló con el pecho para sacarse de encima a Raúl Albiol y fusilar así a Casillas.

En el 56’, Messi inició la jugada desde el propio campo azulgrana, Xavi condujo el esférico y le mandó el pase milimétrico a Pedro, que controló con la derecha y marcó con la zurda desde la frontal, raso y bajo el cuerpo de Iker. De esta manera, Pedro selló el triunfo del Barcelona a domicilio para hacerse con el liderato absoluto de LaLiga. Así pues, Laporta celebró por todo lo alto la victoria de su equipo ante su eterno rival.

El que se celebrará este sábado (21.00 horas) en el Alfredo di Stéfano será el decimoquinto clásico con Joan Laporta como presidente del club azulgrana, aunque no todos los que han sido disputados en el Santiago Bernabéu los presenció ‘in situ’. El balance global es de siete clásicos con triunfo para ‘Jan’, un par de empates y cinco derrotas. Este 10 de abril se celebrará en un nuevo escenario donde el Barça buscará hacer de las suyas tal como ya acostumbra en el Bernabéu.

Balance

Atendiendo a los siete compromisos disputados en Madrid, el conjunto azulgrana celebró cuatro victorias y tres KO. Indudablemente el triunfo más recordado es el 2-6 de la temporada 2009-2010. Aunque, no todo fue perfecto para el equipo catalán, pues también se llevó algún trago amargo, como aquel 4-1 en la campaña 2007-2008 en la que el Barça debió hacer el pasillo al cuadro blanco.