Hay debuts gloriosos, y luego está lo de Malcom. El atacante brasileño, que se estrenó este martes con el FC Barcelona en Champions League, en el partido contra el Inter de Milán en el Giuseppe Meazza, consiguió marcar un golazo a falta de diez minutos para el final, en un contragolpe, que sirvió al Barça para ponerse por delante en el marcador contra el Inter de Milán, y acercar la clasificación matemática para octavos de final.
El golazo del jugador brasileño, que encaró a su defensor y efectuó un tiro cruzado y raso que perforó la portería de Handanovic, significaba en esos momentos la clasificación matemática para el Barcelona como primero de grupo, lo que sin lugar a dudas era la mejor noticia posible para la expedición culé y el objetivo perseguido desde el minuto uno en tierras italianas.
Por desgracia, los problemas defensivos volvieron a arreciar hasta permitir que Mauro Icardi, en el minuto 87, pusiera las tablas definitivas tras una jugada en la que la defensa azulgrana pecó de falta de contundencia, al no despejar como es debido.
Volviendo a Malcom, en cualquier caso, el gol en su debut en la Champions League con el FC Barcelona seguro que le cambiará la situación a partir de ahora. Lo más probable es que Ernesto Valverde empiece a contar cada vez más con él como posible alternativa para el frente de ataque, aunque el hándicap del brasileño será tener minutos justo ahora que está a punto de regresar Leo Messi.
Malcom, un diamante en bruto para el Barça
Tras anotar el gol contra el Inter de Milán, el atacante se llevó las manos a la cara y explotó de felicidad, sacando toda la rabia que llevaba dentro tras unos inicios que no están siendo nada fáciles en el conjunto culé, desde que aterrizó el pasado verano a cambio de 41 millones de euros.
A partir de ahora, se espera que Malcom siga dando pasos adelante y que Ernesto Valverde cuente con sus servicios de manera progresiva. No en vano se trata de una pieza que puede acabar siendo trascendental para el FC Barcelona esta temporada 2018-19, si se le sabe aprovechar. Un diamante en bruto que habrá que pulir como es debido.