CUARTO CAPITÁN DEL BARÇA
Mascherano, el "guerrero" más necesario del FC Barcelona
Publicación:23/07/2016 - 23:51h
Actualización:23/07/2016 - 23:52h
Javier Mascherano es de esos jugadores que siempre están donde deben estar. Puede que no sea el más talentoso, pero sí el más luchador y uno de los pesos pesados del vestuario azulgrana. El FC Barcelona le necesita
Javier Mascherano no necesita ningún título de nobleza para sentirse capitán. Pero este nombramiento no sólo tiene una cuestión simbólica o de reconocimiento. Puede pensarse también como una manera de ordenar tácticamente al equipo titular dentro del campo de juego. De dividirlo en cuatro partes, cada uno con su propio mariscal.
Andrés Iniesta, primer capitán, referente del mediocampo ofensivo. Leo Messi, el segundo capitán, líder del ataque. Busquets, tercer capitán, comandante del mediocampo defensivo. El último casillero de la capitanía tenía que ser para un defensor y es Mascherano quien se lo ha ganado, mal que le pese. Mal que le pese, porque él sabe que ya pocas veces jugará en su posición de toda la vida, que tendrá que seguir reinventándose como defensor para intentar ser titular indiscutible en el mejor equipo del mundo. Algo que no es poca cosa.
¿Qué necesita el FC Barcelona de él y que aún no le ha dado o que todavía no ha encontrado la manera de dárselo? Ser el mariscal del cuarto sector. Convertirse en líder de su flanco. Enseñar a los defensores a ser más pícaros. Incluso, evadir de manera elegante ciertas normas del fair-play con esa diplomacia tan argentina. Quizá tenga que acabarse la era de los defensores-nobles-caballeros culés y deba emerger una versión un tanto más ruda.
Un futuro ideal no muy lejano podría imaginarse con el capitán Mascherano trasladando a su nuevo rol los "tics" de la vieja guardia. Felicitando a Sergi Roberto o a Dani Alves por sus trepidantes llegadas ofensivas pero exigiéndoles el doble de esfuerzo y concentración en sus marcas. Tranquilizando a Gerard Piqué cuando no pueda dominar sus nervios y ordenándolo cuando no sepa administrar su potencia. Y exigiendo a Jordi Alba el máximo que pueda dar para que en cada partido sea siempre y no a veces esa máquina imparable que se devora el terreno.
Javier Mascherano, ya condenado a pararse siempre en la línea del fondo, deberá pensar este nombramiento como una pequeña era. Su mínima era. Esa cuarta parte imprescindible que el Barça necesita que se consolide cuanto antes para ser todavía más poderoso. Por ello es tan importante que continúe en el FC Barcelona y no abandone el barco este verano. Porque, sin él, el Barça no perdería tan sólo a un excelente jugador... Perdería a un líder, el más "guerrero" que ha tenido en los últimos tiempos.