Durante las últimas semanas, se ha hecho evidente la brecha que hay entre los jugadores del FC Barcelona y el cuerpo técnico dirigido por Quique Setién, que llegó al equipo el pasado mes de enero para sustituir al que encabezaba Ernesto Valverde. El Txingurri era un entrenador muy querido en el vestuario y su marcha no fue fácil de aceptar para algunos de los futbolistas.
Es por ello que Quique Setién y sus ayudantes no tenían una entrada fácil al vestuario del FC Barcelona, que como hemos dicho siempre fue contrario a la destitución de Ernesto Valverde. Además, los rígidos métodos del santanderino y del resto de su cuerpo técnico no acabaron de encajar dentro del equipo, además de la revolución que intentó implantar en el esquema de juego.
Pero si hay algo que todavía añadió tensión entre el cuerpo técnico y los jugadores fue la figura de Eder Sarabia, segundo entrenador y mano derecha de Quique Setién. Especialmente porque su intensidad y sus formas -a veces, hay que decirlo, desproporcionadas- no gustaron a los 'pesos pesados', que se sentían incómodos por su presencia.
La situación estalló en el Clásico del Santiago Bernabéu, en el que se mostró en la televisión imágenes del propio Eder Sarabia dirigiéndose de malas formas a los futbolistas y quejándose constantemente de sus acciones. Desde entonces, su figura empezó a ser muy discutida en el vestuario y la tensión y desaprobación de algunos jugadores con él se hicieron evidentes.
El ejemplo más claro fue el que se pudo ver en el estadio de Balaídos hace algunas semanas, que sucedió durante el segundo parón por hidratación del partido contra el Celta de Vigo. Eder Sarabia se dirigió a Leo Messi y el argentino ni siquiera le miró a la cara y, mucho menos, escucharle. Y el capitán del FC Barcelona no es el único jugador de la plantilla descontento con él, sino que hay bastantes más.
No obstante, la 'guerra' entre jugadores y técnicos deberá tener su tregua ante el ambicioso desafío de ganar la Champions League, el único título en juego para un FC Barcelona que no quiere quedarse en blanco. Eder Sarabia también lo sabe y por ello ha escrito en su cuenta de Twitter un mensaje en son de paz: “Momentos difíciles que sirven para aprender y volver con más ilusión y convicción que nunca a por el importantísimo reto de la Champions League”. Esperemos que la tregua dure.