La situación de Ansu Fati en el FC Barcelona es bastante compleja de cara a la 2023/24. El '10' tiene opciones de salir y tanto la directiva como el cuerpo técnico dan el 'ok' a su marcha, pero el delantero insiste en quedarse y luchar por recuperar la titularidad. Después de dos años en los que prácticamente no jugó por culpa de las lesiones, Xavi Hernández le llevó con mucha precaución en el primer tramo de la temporada, dándole rodaje progresivamente para evitar recaídas.
Sin embargo, el de Bissau fue jugando cada vez menos después del Mundial y, si bien cerró la temporada con 51 apariciones oficiales, apenas jugó 1.827 repartidos en todas las competiciones. Ahora, el canterano parece sentenciado y su caso bien puede compararse con el de Ousmane Dembélé. Los problemas físicos mermaron el rendimiento del galo en sus primeras cuatro temporadas en el club y recién en el primer semestre de 2022, cuando tenía opciones de salir a 'coste cero', mejoró notablemente su rendimiento, ya con el egarense en el banquillo.
Dembélé tuvo su 'redención'. Ansu, probablemente no
Es por ello que surge el debate: ¿se merece Ansu la fe y la paciencia que tuvo el club con Dembélé? La respuesta parece tenerla el mismo Xavi, pues ha sido él el responsable del resurgir del 'mosquito'. La directiva incluso se planteaba apartarle de la plantilla por sus continuos desplantes a la hora de negociar, pero el entrenador intercedió para mantenerle en el equipo y, hoy, su renovación luce inminente.
"De Dembélé te destacaría que es una persona que todo el campo lo está silbando y sale a jugar media hora y lo cambia por aplausos, es tener una personalidad que hay muy pocos. Otro hubiera dicho 'míster' no juego más, búscame una salida y, en cambio, Dembélé me dijo quiero jugar, quiero triunfar en el Barça y no me voy a ir a ningún lado", explicó Xavi sobre el de Vernon en una charla con Jorge Valdano. En cambio, el míster es mucho más parco al referirse a Ansu.
Xavi parece haber tomado ya una decisión sobre Ansu
“Hay que esperar a saber cuál será el escenario. Es un futbolista que me gusta y nos ha ayudado mucho. Es evidente que sale de una situación muy difícil por culpa de las lesiones, pero tiene que tener una continuidad y no se la puedo garantizar. Esto es el Barça. No una ONG”, dijo el egarense en una entrevista con 'Mundo Deportivo'. En ese sentido, el de Bissau parece haber perdido mucho terreno en la 2022/23 para convencer al míster de su continuidad.
Y es que, a diferencia de Dembélé, Ansu no ha demostrado el 'hambre' competitiva y la disciplina que esperaba Xavi. El '10' perdió el pulso con Raphinha por la titularidad desde el comienzo de la temporada, cuando el cuerpo técnico priorizaba regular sus minutos para prevenir una nueva lesión. Tras el Mundial, su situación no mejoró y las explosivas declaraciones de su padre, reclamando más oportunidades en el campo, acabaron rompiendo la relación entre el técnico y el jugador. El internacional español siempre quiso jugar más, pero no pudo recuperar la confianza ni la continuidad. Tampoco supo cómo hacerlo.
La directiva sabe cuánto puede ganar con la salida de Ansu
Al referirse al futuro del jugador de 20 años, Joan Laporta dejó claro el mes pasado que, si bien se trata de un jugador valioso para el club, nada estaba definido de cara al verano. "Contamos con él, es jugador del Barça y lo queremos con nosotros. Es un futbolista de calidad e integrada en el equipo. Él quiere triunfar en el Barça. La dirección técnica tendrá que decidir qué pasa con él. Veremos cómo va", dijo el mandatario sobre su caso.
En principio, Jorge Mendes prometió al club cerrar la venta de Ansu Fati por 70 millones de euros, una cifra muy apetecible para un Barça que necesita hacer caja y bajar masa salarial cuanto antes. Sin embargo, el de Bissau no tiene intenciones de salir y, más allá del interés de equipos como el Tottenham o el Manchester United, su plan apunta a luchar por recuperar la titularidad. El "no" de Leo Messi podría acabar siendo una buena noticia para el extremo, siempre y cuando Xavi recupere la confianza en él. De lo contrario, al canterano no le quedará más remedio que probar suerte en otro club.