La temporada de clubes cerró con muchos matices que dejaron de lado las individualidades, no porque no existieran, sino porque por primera vez en mucho tiempo no fueron del todo determinantes y para un claro ejemplo, la Champions, que vio caer a Messi, Neymar, Mbappé, Lewandowski, Cristiano Ronaldo y Kevin de Bruyne, de lo mejor que se pudo ver esta campaña.
Sin restar mérito alguno, el Chelsea fue claro y justo campeón tomando en cuenta lo que mostró desde que Tuchel tomó las riendas del club. Pero los técnicos no ganan premios mediáticos y el Balón de Oro quiere dueño, sobre todo tras una temporada en la que no tuvo por la pandemia que afectó a todo el planeta.
Hablar de candidatos es tan repetitivo como efímero, porque bien pueden inclinarse por el talento individual como también buscar una pieza importante en lo que el juego en conjunto nos dejó esta campaña, esperando a los campeones de Copa América y Eurocopa para terminar de afinar cualquier duda existente.
Messi vuelve a ser un candidato fuerte para el galardón ya que además de ser pichichi en España y ganar la Copa del Rey con el Barça, el argentino ha mantenido un buen nivel en la Copa América y ya hasta algún gol de vitrina nos dejó, como el tiro libre que marcó contra Ecuador en su último encuentro.
La posibilidad de verle campeón en Sudamérica con Argentina no solo sería una clara satisfacción y alivio para el crack culé, sino que podría significar el último empujón para decidir sobre el premio que otorga la revista France Football y que ya en seis oportunidades le alzó como mejor del planeta.
Pocos rivales
La posibilidad de quedar como goleador de la Eurocopa es el único diferencial que tendría Cristiano Ronaldo a su favor, que también fue goleador en su liga y ganó la copa doméstica, pero en el torneo de selecciones no pudo derrotar a Bélgica y se despidió en octavos de final sin poder defender el título de 2016.