Messi llegó y se marchó de la rueda de prensa bañado en lágrimas

"Este año no estaba convencido de irme, el año pasado sí, pero este no. Este año mi familia y yo estábamos convencidos de seguir en nuestra casa, siempre antepusimos nuestro bienestar de vivir en una ciudad tan maravillosa", con esas palabras y entre lágrimas el astro argentino Leo Messi se despidió este domingo 8 de agosto del FC Barcelona por medio de una conferencia de prensa que comenzó a las 12:00 horas y que terminó en poco menos de una hora, en la cual el futbolista ha ofrecido su versión de lo ocurrido en los últimos días en relación con su fallida renovación. 

El momento ha resultado una dura prueba para los sentimientos de un Messi que llegó de niño y se va con un palmarés de hasta 35 títulos y muchos años de bonitos recuerdos. Ingresó a la sala de prensa ya bañado en lágrimas y su discurso se cortó en varias oportunidades; fue el Leo más desgarrador que se le ha visto nunca. Y así, de roto, culminó su encuentro con los periodistas, jugadores, directivos y la afición que colmó los alrededores del Camp Nou.  

Su llanto dejó ver que no estaba del todo preparado para una despedida en las condiciones en las que se dieron por las circunstancias económicas y, lo que fue peor, por la pandemia del COVID-19. "Me voy más que conforme. Me hubiera gustado despedirme de esta manera, nunca lo pensé, pero me hubiera gustado hacerlo con gente, en el campo. Me hubiera gustado sentir una última ovación", ha destacado el histórico jugador del cuadro culé, quien necesitó un pañuelo que le dio su esposa, Antonela Roccuzzo, para secar sus lágrimas.

El hundimiento de Messi fue todavía más claro cuando habló de los aficionados, a quienes les agradeció su presencia en tan difícil momento para él. "Los extrañé mucho durante la pandemia, quería escuchar una ovación con mi nombre. Si lo hubiera imaginado sería con el estadio lleno y pudiéndome despedir bien. Se dio así, pero quiero agradecer todo el cariño de estos años. El cariño de la gente siempre fue el mismo y sentí el reconocimiento y amor de este club. Ojalá pueda volver a este club, en lo que sea. Ojalá pueda aportar para que este club siga siendo el mejor del mundo. Seguramente en estos momentos me olvido de muchas cosas, no estoy en las mejores condiciones. Mejor que pasemos al turno de preguntas. Gracias a todo el mundo", dijo.   

La razón de sus lágrimas  

"La verdad que no me salía nada, estaba bloqueado. Lo estoy todavía. Es muy difícil después de tantos años, de hacer toda mi vida acá, no estaba preparado. El año pasado cuando se armó el lío del burofax sí estaba convencido, pero este año, no. Estaba convencido de que íbamos a seguir en nuestra casa, era lo que más queríamos. Hoy me toca despedirme de esto. Fueron muchos años. Llegué muy chiquito. Después de 21 años, me voy con mi mujer, con tres catalanes argentinos (...) No puedo estar más orgulloso de todo lo que hice y viví en esta ciudad", sostuvo un Messi, quien apenas al entrar al Auditorio 1899, anexo al Camp Nou, le cayó el número de que se iba.