El Barça volvió a ser campeón, aunque esta vez de la Copa del Rey. El resultado es una incuestionable victoria por goleada ante un Athletic que fue inferior, así como un alirón para un equipo muy necesitado de ganar títulos y cuando transcurre una temporada que empezó con el pie izquierdo y que, actualmente, va teniendo momentos luminosos.
Es tan la confianza que tiene el rosarino y el resto de la plantilla del primer equipo, que el míster holandés, Ronald Koeman, ya tiene en su bolsillo su primer torneo, por lo que Messi cada vez más motivos de naturaleza deportiva para seguir vistiendo los colores del Barça.
Messi y los demás
A lo largo de la cita, el portero alemán del Barcelona, Ter Stegen, apenas si llegó a tener problemas y el conjunto azulgrana redondeó un gran partido. Lo acompañó un Piqué imperial, un Busquets como en sus mejores días, un Pedri desatado, un De Jong omnipresente e indetectable, un Griezmann decisivo, por último, pero no menos importante, un Messi como capitán que llega a levantar un título construido en noches épicas. El triunfo es también el primer título de Koeman y también para Laporta tras haber iniciado su periodo como presidente.
Es cierto que Messi tardó en encontrarse cómodo, enfurruñado con el colegiado y las faltas, pero desde que activó el 0-1 fue otro. Sonrió como no se había visto como en mucho tiempo y súbitamente el marcador ya estaba 0-4. Y así se mantuvo hasta el pitazo final y así poder levantar su primera Copa de Rey como capitán. Por primera vez en mucho tiempo, el astro argentino se encuentra totalmente en sintonía con el resto del equipo, y el resultado lo demuestra.
Lo visto este sábado es el trabajo constante que ha hecho no solo Koeman sino el resto de los jugadores, desde los que llevan tiempo en la plantilla como el talento joven que ha ido arribando al Camp Nou recientemente. Una evolución que ha ido de menos a más pese a los evidentes tropiezos y errores que marcaron el inicio de este curso, pero que cada vez son menos y el equipo se ha ido consolidando.
Otras consideraciones
No solo es este partido, sino muchos otros en los que la escuadra azulgrana ha mostrado un excelente fútbol que llena a todos sus hinchas de esperanza de ver a ese Barcelona que, en su momento, estuvo a la cabeza de toda Europa en todas las competiciones.
Pese a los tropiezos en fechas recientes, aún hoy el Barça sigue siendo un equipo grande, con hambre de triunfo y hay potencial para tener aspiraciones mayores. Aunque la economía sea un factor a tener en cuenta, justo ahora, en lo que al aspecto deportivo se refiere Leo tiene pocos argumentos para irse del Camp Nou y más si el equipo mantiene esta buena racha de progresos. Por lo que la pregunta está en el aire ¿se irá del Barcelona?, eso es algo que estará por verse.