Los planes de Ronald Koeman en la vuelta de los octavos de final frente al Paris Saint-Germain parecen haber comenzado mal. El neerlandés salió con Óscar Mingueza teniendo en cuenta las carencias defensivas con las que llegaba al partido. Sin embargo, el zaguero arriesgó demasiado al tratar de frenar a Kylian Mbappé. En su lugar ha entado Junior Firpo.
La acción ha trastocado la estrategia del club, que no pudo contar durante el resto del compromiso con uno de sus efectivos más importantes en la línea de fondo. El Barça salió con la obligación de remontar, para lo cual no debía encajar goles en contra que pusieran cuesta arriba la eliminatoria.
El técnico se vio forzado a replantear su táctica una vez más sobre la marcha para evitar una expulsión que pudo haber desencadenado un auténtico desastre: un equipo necesitado de goles y al mismo tiempo diezmado por una jugada de peligro que pudo frustrarse de una manera más limpia.
Junior, el elegido
Koeman no tuvo más opción que llamar al dominicano para reforzar su defensa y evitar así más goles de los parisinos, que también saldrían con la intención de sentenciar la eliminatoria desde los primeros minutos para obtener con tranquilidad su clasificación a los cuartos de final de la Champions.
El PSG abrió el marcador con un gol de penalti de Kylian Mbappé, que en el actual curso europeo ha anotado la mitad de sus tantos precisamente ante el FC Barcelona que tuvo un gran tropiezo en el partido de ida disputado en el Camp Nou, obligado a marcar al menos cuatro goles en suelo francés.