Miralem Pjanic y el Barça, lo que pudo ser y no fue

Miralem Pjanic seguirá su carrera en el Sharjah FC de los Emiratos Árabes Unidos. El futbolista ha llegado a un acuerdo para aterrizar en el conjunto arábigo a partir de esta temporada, después de haber finalizado su acuerdo con el FC Barcelona de mutuo acuerdo, cerrando así una etapa que terminó sin haber casi empezado. 

El bosnio llegó en el verano de 2020 en una operación que viendo ahora como ha sido su etapa de azulgrana, fue una muestra clara de lo mal que marcharía todo en el futuro. Pjanic llegó al Camp Nou procedente de la Juventus en una operación que envió a Arthur al conjunto italiano, todo con la intención de maquillar cuentas en los balances de la anterior directiva culé, encabezada por Bartomeu.

Desde el primer momento Ronald Koeman, técnico del Barça en aquella época, vio al mediocampista como un refuerzo que no pidió, y que además consideraba no necesitar. El neerlandés tuvo siempre a Pjanic como su última opción en el medio del campo y en la segunda mitad de aquella campaña le dio una participación casi testimonial, además de nunca colocarlo como pivote, su mejor posición. Para la 2021/2022 el futbolista se fue cedido al Besiktas en una maniobra económica nuevamente, ahora intentando bajar el limite salarial culé. Con las 'águilas' disputó 26 partidos en los que solo dio 4 asistencias, siendo muy castigado por las lesiones después de un buen arranque en la superliga turca.

En su vuelta al club Pjanic disputó algunos minutos en la pretemporada con Xavi Hernández, que había asumido como técnico del Barça a finales del 2021. El entrenador no consideraba al de Tuzla en su planificación para su nuevo proyecto y todo apuntaba a que el jugador sería uno de los primeros en salir durante este verano para abrirle hueco a los nuevos fichajes, aunque la historia volvió a dar un giro.

Como era lógico pensar, el jugador demostró su buen nivel con el balón y sorprendió gratamente al nuevo cuerpo técnico. Pjanic insistió en quedarse en el equipo en búsqueda de ganarse un lugar en la rotación del entrenador culé, una apuesta que logró. El buen rendimiento demostrado por el ex de la Juventus en los partidos del verano impresionó a Xavi, razón por la cual decidieron mantenerlo en la plantilla como relevo de Sergio Busquets.

Nunca llegó la oportunidad

Cuando todo apuntaba a que Miralem tendría su primera gran oportunidad en el partido ante la Real Sociedad por la expulsión ante el Rayo de Busquets, Xavi optó por Frenkie de Jong en el once titular. Aquella decisión terminó haciendo entender al futbolista que nuevamente sería la última opción de un entrenador del Barça, por lo que ha terminado decidiendo abandonar de manera definitiva la Ciudad Condal con únicamente 30 partidos en su registro, sin goles ni asistencias.