Uno de los grandes cambios que se plantea el FC Barcelona es el trato que se le da a los canteranos, al tiempo que los contratos con los chicos también deben cambiar. Ya Tusquets avisó sobre el tema en su momento y también Alemany cuando analizó las vías de recuperación económica.
Laporta afronta con Juan Miranda la primera pérdida económica para el club que tal vez, podía evitarse, siempre que se hicieran las cosas de mejor manera. El lateral izquierdo se marcha al Betis a cambio de nada, bueno, nada para el Barcelona, que en lugar de recibir dinero tendrá que desembolsar 600 mil euros para el jugador.
Nada de culpa tiene el chico, que podía seguir en el club a cambio de unas condiciones que fueron pactadas con anterioridad y posiblemente generarían mayores gastos a futuro, algo que no se plantea la zona noble culé. La posibilidad de extenderle el contrato hasta el 2023 debía ejecutarse antes del 1 de junio y en caso de no hacerlo, indemnización para el deportista.
Su buen hacer la campaña anterior permitió que el Betis contara con él como jugador del primer equipo, algo que pudo desempeñar en el Barcelona pero con tres matices: El club quiere un recambio para Jordi Alba, no un sustituto; la extensión pasaba por incluirlo obligatoriamente en el primer equipo; y desde los despachos se busca otro perfil para cubrir la vacante.
Estas cláusulas están presentes en los contratos de varios canteranos. Alex Collado y Mingueza son los casos más recientes, aunque estos sí entran en los planes deportivos del club bien sea para mantenerlos con el primer equipo o para darles espacio de crecimiento en alguna cesión que se pueda cerrar en las próximas semanas.
Barcelona, Betis o nada
Como todo canterano del club, Miranda buscaba quedarse en el Barcelona y pelear un puesto, aunque sabiendo la dificultad de esto también tenía una segunda opción y estaba muy clara: el Betis. El equipo verdiblanco le dio la oportunidad de jugar con algo de regularidad y puso eso encima de las propuestas de otros equipos incluso fuera de España.