Queda poco menos de un mes para el final de la temporada 2017-18, y el FC Barcelona, tras un inesperado tropiezo europeo, está haciendo los deberes. El ansiado doblete está a punto de caer, con la Copa del Rey en el bolsillo y LaLiga a un punto, uno que los catalanes buscarán el próximo fin de semana.
Contra el Deportivo de la Coruña habrá que ver si se repite el once de gala o hay de nuevo algunas rotaciones, aunque quien tiene clara su presencia es Nélson Semedo. Sergi Roberto no estará disponible tras su expulsión contra el Celta de Vigo, y al portugués se le abre una nueva oportunidad en tierras gallegas.
Nélson Semedo quiere seguir creciendo
Porque aunque apenas quedan cinco partidos, el de Lisboa es consciente de que se juega mucho de cara a la próxima campaña, en la que ya habrá pasado la fase de adaptación y deberá seguir confirmando que está preparado para un reto como el del conjunto azulgrana. En su primer curso ha dejado sensaciones prometedoras, pero su intención es que esto sólo sea el principio.
El ex del Benfica tiene las cualidades necesarias para cuajar como carrilero en el Camp Nou, aunque como otros grandes laterales, también tiene defectos por pulir. Su velocidad es su arma principal, pero al atrevimiento y brillo atacando debe añadirle más seguridad en defensa, algo que le ha penalizado a ojos de Ernesto Valverde.
Hace unos meses que el técnico decidió que Sergi Roberto seguía siendo su opción preferida, porque combinaba la regularidad que busca tanto delante como atrás. Alcanzarle es el objetivo de Semedo, que empezará por centrarse en estos últimos compromisos para acabar el año en plena forma. Es la clave para tener más opciones tras el verano.
Un Barça más fresco
Si Nelsinho logra convencer al míster de que es capaz de cumplir con lo que le pide, ganará enteros para una temporada en la que el Txingurri repartirá más los minutos, para evitar los errores que le condenaron en la presente. Para ello, debe empezar a rendir en encuentros como el de Riazor, que será, a fin de cuentas, una final por LaLiga.
Sólo si da un paso adelante contra rivales más asequibles, a Semedo se le abrirán las puertas para los enfrenamientos de mayor calado, en los que de momento no tiene nada que hacer frente al canterano. El curso que viene, salvo sorpresa, ambos se repartirán las oportunidades, y el luso tiene un camino muy largo por recorrer. Su ambición será su mejor acompañante.