Marco Asensio no es una promesa, es una realidad. El talentoso y polivalente centrocampista del Real Madrid, la joya de la corona del eterno rival, volvió a levantar a los aficionados de sus asientos en el Santiago Bernabéu con un golazo descomunal desde el balcón del área, celebrando la diana como un loco y desatando la locura absoluta sobre el terreno de juego.
Era el FC Barcelona el que tenía que coger las riendas del partido desde el principio para intentar la remontada, pero los papeles parecieron completamente cambiados en el primer cuarto de hora. Tras uno de los muchos robos de balón al borde del área de Ter Stegen, Marco Asensio recibió el balón y se marcó una obra de arte como la del Camp Nou.
Armó el disparo, soltó un obús y el balón cogió un efecto sube-baja que sorprendió a Ter Stegen, demasiado pasivo y haciendo completamente la estatua bajo palos. El guardameta alemán se confió, como en los dos goles encajados contra Cristiano y el mismo Asensio en el Camp Nou, y lo pagó claro recibiendo un gol que sirvió para acabar de decantar la Supercopa hacia el bando merengue.
Marco Asensio, una pesadilla para el Barça
A cada pase, robo de balón y zancada por la banda izquierda del ataque blanco, doblando a Marcelo, Asensio volvió a demostrar que podría haberse convertido en el fichaje ideal para el FC Barcelona siempre y cuando Zubizarreta y el resto de la secretaría técnica, en su momento, hubiesen tomado la decisión de apostar fuerte por él.
Finalmente fue el Real Madrid el que se lo acabó llevando, y el FC Barcelona puede pagarlo durante muchos años. Marco Asensio demuestra partido tras partido que es un diamante en bruto cada vez mejor pulido. Y, con el Barça de capa caída... Todavía puede lucir más.