En Can Barça reina el optimismo después de las últimas actuaciones del equipo azulgrana, tanto en LaLiga como en la Champions League. Las goleadas ante el Dynamo de Kiev (0-4), Osasuna (4-0) y Ferencváros (0-3) invitan al barcelonismo a ilusionarse con el proyecto de Ronald Koeman, que recién despega. El holandés parece haber encontrado las respuestas a las carencias que vimos en el equipo en el comienzo de temporada.
En el verano, Koeman tomó el banquillo de un equipo que estaba deportiva y anímicamente hundido después de la goleada del Bayern en Lisboa por 2-8. En agosto, se veía imposible que el FC Barcelona recuperara su mejor versión y contara con jugadores que, en ese momento, estaban en la rampa de salida, como Ousmane Dembélé. Los primeros partidos de la campaña no dieron mucha esperanza para la afición culé, pero es cierto que el entrenador holandés estaba tratando de encontrarle un rumbo al equipo.
Por ejemplo, en el arranque del curso Koeman insistió con Messi como 'falso nueve' y los resultados no fueron muy positivos. El argentino no es el mismo del 2009, cuando Pep Guardiola lo introdujo en esa posición y revolucionó el fútbol. Ahora, Leo se siente más cómodo creando jugadas, más que marcando. Y Koeman lo ha entendido. Ese ha sido uno de los muchos tantos cambios que el holandés ha implementado y que invitan a la afición a esperar sólo lo mejor.
La zaga defensiva ha sido el sector que más se ha fortalecido (y mejorado) en las últimas semanas y se nota la diferencia. Después del parón de la FIFA, el Barcça sólo ha encajado un gol (frente al Atlético de Madrid) y en los últimos tres enfrentamientos el cambio ha sido impresionante. A los rivales le cuesta más acercarse al área defendida por Ter Stegen (o Neto) y es gracias al gran trabajo defensivo que hace todo el equipo.
Las bandas, por su parte, parecen ser el mejor aspecto de esta nueva versión del Barcelona. Últimamente, el equipo ha entendido que no todas las jugadas se pueden crear por el centro del campo y los laterales y extremos han tenido un papel protagónico. De momento, el trabajo de Sergiño Dest (que reemplaza a Sergi Roberto por lesión) y Jordi Alba ha sido remarcable.
¿El Barça sufría de cara al arco?
Se siente que han pasado siglos desde que el Barcelona empató ante el Alavés (1-1) porque, a pesar de que sumaban muchas ocasiones, los delanteros no conseguían el gol. Los cambios de Koeman y la confianza que le ha dado a los atacantes han tenido un gran efecto. Convertir ya no es responsabilidad única de Leo Messi, como pasaba en la temporada pasada. A la lista de goleadores se han sumado Ousmane Dembélé, Martin Braithwaite o Antoine Griezmann.
Los tres delanteros han mostrado su mejor versión recientemente y el Barça lo ha aprovechado. El 'Principito', que desde su charla con Valdano parece un nuevo jugador, se ha convertido en un referente en el área y se ha dedicado a marcar golazos, como todo el barcelonismo lo deseaba. Dembélé, por su parte, ha sido una sorpresa. Ha recuperado su mejor versión y ha callado a quienes pedían que se marchara en agosto. Por último, Braithwaite, después de que surgieran rumores de que el club quería venderle, ha aprovechado -literalmente- todas las oprtunidades que Koeman le ha dado.