Si a lo largo de la temporada, Ronald Koeman ha sido fuertemente criticado por decisiones controversiales al momento de dibujar sus alineaciones, como el uso de un esquema 3-5-2, el neerlandés ha vuelto a encender la polémica al no contar con Ansu Fati, la joven promesa, para el partido ante el Dynamo.
Al barcelonismo no le ha sentado nada bien la apuesta de Koeman para un choque que no dejará margen de error. Los ucranianos también viene de ganar en el torneo local y los errores podrían ser muy costosos para un FC Barcelona que aún no conoce la victoria en la presente edición de la Champions.
Ansu, quien volvió al campo hace algunas semanas, ha dejado claro que vive un buen momento, firmando varios goles. Uno de ellos, en el último compromiso liguero frente al Valencia, que encaminó a los culés a una remontada que les mantiene cerca de sus rivales directos que ocupan los puestos europeos.
Koeman se la juega
Un resbalón ante los ucranianos podría desatar una nueva oleada de críticas hacia el entrenador ante lo que podría ser una eliminación de la Champions apenas en su primera fase, lo que llevaría a los azulgranas a disputar la Europa League, un resultado devastador para las finanzas de la institución.
El vicepresidente económico del Barça, Eduard Romeu, ha informado que el objetivo es alcanzar al menos los cuartos de final del torneo de élite continental, lo que se traduciría en unos 17 millones de euros para las arcas del club. Pero tal cantidad podría esfumarse si los culés son echados de la Champions antes de tiempo.