El Sevilla cayó ante el Barcelona 0-2 en el Sánchez-Pizjuán en lo que podría ser uno de los mejores partidos que el combinado catalán ha jugado en lo que va de temporada. La victoria fue posible gracias a un gol anotado por Dembélé y otro hecho por Messi. El triunfo en cuestión mantiene a los azulgranas en la pelea por el trofeo y afianza aún más el primer lugar de Messi como máximo goleador de LaLiga
El resultado demuestra que Koeman se puso manos a la obra para preparar al equipo lo mejor posible para el partido contra los rojiblancos. A los jugadores les dio una petición muy clara antes de iniciar el duelo: “Hay que salir a morder desde el minuto uno". No se puede olvidar que los culés no llegaron muy bien en los partidos que tuvieron contra el Cádiz y el Elche.
En el primero, perdieron puntos de una manera impensable contra un rival al que superaron a lo largo de toda la cita y por un error de la defensa a pocos minutos de terminarse el partido, error que les dio a los rivales un penal que no desaprovecharon. En el segundo, tuvieron un primer tiempo terrible con falta de ritmo y de ataque.
El holandés no quería que alguna de esas dos imágenes se terminara repitiendo. Además, no era la primera vez que el equipo entraba con tibieza y sin definición a un partido y por eso se los dejó muy en claro antes de salir al campo: "Tenemos que ser muy agresivos", les dijo. Y el equipo capitaneado por Messi lo cumplió a cabalidad.
Desde el primer minuto del partido, era claro que el combinado catalán jugó con toda la intensidad que Koeman les pidió “desde el minuto 1”. En el primer balón aéreo, Piqué ya le había marcado terreno a Luuk de Jong (delantero del Sevilla). Por su parte, Mingueza y Busquets mantuvieron la defensa arriba.
El resto de los jugadores también hizo lo propio, incluyendo a Messi. “La Pulga” defendió cuando la situación lo ameritaba y tampoco descuidó el ataque, incluso recibió una tarjeta amarilla y estuvo a punto de ser expulsado por una acción para recuperar el esférico cuando casi terminaba la primera mitad del partido
El planteamiento táctico
Además de los ánimos de los jugadores, Koeman tampoco dejó de lado el planteamiento táctico. Para el referido duelo utilizó un 3-5-2 que le funcionó muy bien. No es la primera vez que utilizan ese sistema, pero contra el Sevilla fue perfecto.
Los azulgranas tuvieron el balón en su poder en la primera mitad, así como también presionaron con eficacia a los rivales cada vez que salían al ataque. Lo hicieron muy arriba, con las líneas juntas y buenas coberturas en la parte de atrás que fueron útiles para hacerle cortes a los pases largos ejecutados por los rojiblancos. Todo esto fue lo que permitió que el Barcelona obtener esa victoria ante el Sevilla que los mantiene en la pelea por el trofeo de este año.