Para el FC Barcelona, el talento joven constituye un pilar fundamental de cara al nuevo proyecto deportivo que echará a andar en verano tras la salida de Xavi Hernández. A los ya asentados en el primer equipo como Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Marc Guiu y Héctor Fort pueden sumarse nuevas 'joyas' en la pretemporada que, probablemente, no estarán a tope físicamente para adaptarse a la exigencia que supone jugar en la élite.

En ese sentido, el club ya trabaja en un plan de trabajo desde La Masia que involucre cargas físicas específicas para los chavales. Al igual que la parte táctica y el reforzamiento del estilo, se busca 'pulir' la preparación física y una óptima recuperación a las lesiones que van surgiendo a lo largo del curso, así como prevenir recaídas y problemas que, con el pasar del tiempo, pueden volverse crónicos en algunos futbolistas (caso Ansu, por ejemplo). 

Mejorar el físico, clave para el Barça de cara al futuro

Es así como el Barça pretende dar un salto en dinámicas de entrenamiento y rendimiento, a partir de la revisión y mejoría de algunos procesos del día a día, tanto en la cantera como en el primer equipo. Por ello, una de las estrategias que ya se han puesto en marcha es adicionar sesiones de trabajo a los entrenamientos dos o tres veces por semana. La idea, más allá de machacar el físico, pasa por lograr que los canteranos, al dar el salto, estén listos para adaptarse al ritmo profesional.

El club se ha convencido de aprovechar las etapas de juvenil (a partir del segundo año) y del filial para trabajar de esa manera. Más complicado será con prodigios como Lamine, quien a sus 16 años ya es indiscutible para el primer equipo. Sin embargo, el Barça entiende que este es el momento de recuperar el tiempo 'perdido' en cuanto a trabajo físico y lograr que, desde La Masia, los 'cracks' del futuro ya cuenten con el potencial necesario para liderar el nuevo proyecto azulgrana.