El posible penalti a Braithwaite que enloqueció a Koeman y a los jugadores del Barça

2-1 en el marcador y corrían los minutos finales del Clásico en el Alfredo Di Stéfano, en una jugada típica de los culés por izquierda, con Jordi Alba llegando en profundidad para generar peligro y esta vez, no hubo pase al medio para cerrar la pinza sino definición del lateral, que pasó el balón por debajo del brazo de Courtois.

La lluvia y unos milímetros hicieron que el balón no entrara mientras Mendy cubría la salida de la pelota y Braithwaite llegaba a presionarlo, haciendo que los nervios le ganaran y tocara el brazo izquierdo del delantero culé. No lo pensó Martin para lanzarse al césped y todo el barcelonismo pidió penal.

Koeman y todos los jugadores culés, dentro y fuera del campo, reclamaron un penal que visto con lupa, no existió, más allá del contacto de Mendy a Braithwaite, que fue tan leve como normal en el contexto fútbol. Moriba fue uno de los que se mostró claramente alterado ante Gil Manzano que de forma clara y convencida mantuvo la sentencia de saque de puerta.

Tras el partido el técnico del Barcelona aseguró que la jugada era penal y que no cuesta nada revisar en el VAR, algo que varias veces ha soltado en las ruedas de prensa y esta vez no sería distinto para el holandés, que no se corta cuando se trata de alguna polémica en la que siente que su equipo salió perjudicado.

Las opiniones en redes sociales están totalmente divididas y bien se dice que hubo contacto como también que fue un contacto más que leve o común en este tipo de acciones, por lo que no se llevó a más dentro del partido y Gil Manzano no dio más largas a la petición de penal del Barcelona, dentro y fuera del campo.

La grada participó

Apenas se dio la jugada y Koeman pidió el penal, acto seguido Sergio Ramos desde la grada gritó “Se tira” y las miradas se cruzaron de forma inmediata. Los cruces entre los no convocados del Madrid y Koeman fue constante, como el de Carvajal que celebró la amonestación al técnico y este le grito “Ya cállate hostia”.

Piqué también tomó protagonismo al final del encuentro al salir al terreno para encararse con Gil Manzano por la polémica decisión del penal, sujetado por parte del staff técnico mientras seguía reclamando al colegiado de forma airada.