Un gol más para la cuenta de Messi en LaLiga y su pichichi está más confirmado, porque con 30 goles la distancia es más que considerable. Pero la nota no va por ahí, ya con ocho de estos trofeos en sus manos hablar de Messi goleador es un poco redundante en este Barcelona que sigue de capa caída y ahora con el tercer puesto como máxima aspiración.
No ha pasado tanto de aquella imagen en la que Messi se veía inundado de felicidad levantando el título de Copa del Rey como capitán, mientras veía en el campo a sus compañeros esperando que el mejor jugador de la historia culé bajara con la Copa para festejar en grupo y darle un baño de admiración.
De lo que sí ha pasado mucho es de aquel burofax que ahora parece más cercano que el trofeo ganado esta temporada porque visto lo visto, terminar así LaLiga seguro trae más dudas a la cabeza del argentino y su contrato, que sigue sin renovarse, está todavía en la mesa generando miedo.
Un día se va, otro se queda, después aparece el PSG pero Neymar regresa, luego Neymar renueva y el que viene es el Kun Agüero y así van las semanas en las que nadie llega y Messi, sigue yéndose, porque sin contrato no jugará y hasta el Manchester City apareció nuevamente en la palestra pública en relación al 10.
Ya no se trata de lo que sienta por el club porque más cariño tal vez sea imposible, tampoco del contrato y el salario porque de ser así no habría dudas y ya se sabría que no sigue. Esto va al campo de forma directa y las sensaciones que deja el equipo en momentos difíciles, bien sea en lo físico o en lo mental.
Messi no está por la labor de jugar sus últimos años en un ambiente inestable que con o sin títulos, carece de rumbo fijo y por los últimos movimientos, no está del todo claro que realmente el club pueda hacer algún fichaje de peso para la próxima campaña. Esto, invita a pensar que ante el Celta de Vigo se vio el último juego y el último gol de Messi en el Camp Nou.
Desde la base
La renovación de figuras de la cantera y el cuidado máximo con los jóvenes no es algo nuevo en la política de Laporta, pero que estos movimientos sean los más claros en medio de la actualidad del club, ya deja ver que las cosas pueden estar peor de lo que se imaginaba y que los fichajes no llegarán, al menos no para la próxima temporada.