La decimosexta edición del ‘Relatos Solidarios del Deporte', una obra solidaria con fines benéficos, está protagonizada este 2020 por Quique Setién, entrenador del FC Barcelona. El santanderino es el protagonista de la portada del libro, así como autor de un prólogo en el que hace una profunda reflexión sobre problemas al margen de la situación que se vive en estos momentos.
"Me puse varios días delante del ordenador tratando de escribir algo apropiado para este prólogo, pero mi cabeza solo daba para pensar en la alineación de Mallorca y también para el Nápoles. El fútbol lo era todo hasta que las noticias sobre la pandemia de coronavirus acabaron de golpe con las dudas y la realidad nos recluyó en casa un tanto angustiados", inició el cántabro.
La reflexión de Setién va para los más desfavorecidos durante este periodo tan complicado. "Y ahora, ¿qué va a suceder? En solo dos días nos hemos visto todos obligados a cambiar de vida drásticamente sin saber con exactitud el tiempo que permaneceremos así. Aislados entre cuatro paredes, eso sí, con internet y Netflix mitigando las horas muertas, uno se pregunta por las decenas de miles de personas (sin disponer de dichos privilegios) que estarán pasando por esto y cosas peores cada día en cualquier parte del mundo, y para cuantas de aquellas más cercanas serán sus últimos días", apuntó.
"Creo que no ha habido un momento mejor en mi vida para hacer una profunda reflexión que este que estamos viviendo. Sabemos que sólo nos preocupamos si sentimos el dolor en carne propia o le sufrimos cerca, como ahora. Todo lo demás dura muy poco", continuó.
"Aún quedan en el mundo muchos puntos de conflicto donde conservar la vida es una utopía en manos del destino"
El técnico cántabro hizo referencia a todas las víctimas de otras enfermedades. "La humanidad ha ido avanzando a un ritmo vertiginoso, se ha progresado más en los últimos 100 años que en todos los anteriores desde que nos pusimos de pie. La esperanza de vida aumenta y también hay menos personas que pasan hambre gracias a este progreso y a la solidaridad de personas que dedican su vida a hacer mejor la de los demás. Pero hace 102 años la gripe española dejó 50 millones de muertos y cada año fallecen otros muchos millones más por enfermedades que no acaban de erradicarse y otras nuevas que aparecen como esta que estamos sufriendo", escribió.
Setién agradeció la invittación a escribir el prólogo, ya que removió sus inquietudes: "Esta maravillosa invitación para formar parte de este consolidado proyecto solidario llega en el momento preciso, primero porque me ha removido la conciencia desde el momento que empecé a leer todos los prólogos que me han precedido y también porque nos recuerda lo que somos realmente y el corto tiempo que vamos a estar por aquí".
Además, cree que lo que se está viviendo debe ser un punto de inflexión cuando el mundo regrese a la normalidad. "Aún quedan en el mundo muchos puntos de conflicto donde conservar la vida es una utopía en manos del destino. Para cuando volvamos a la calle con nuestras tareas cotidianas confío que algo hayamos aprendido. No vamos a poder cambiar el mundo de forma individual, pero sí nos podemos comprometer cada uno a mejorar lo que tenemos más cerca con pequeños gestos que contribuyan a mejorar la vida de los que nos rodean", siguió.
El fin del prólogo
Setién quiso asumir responsabilidad dada su posición. "Al fútbol que ocupó la mayor parte de mi vida y me dio todo lo que tengo y todo lo que soy, siempre le estaré agradecido. Soy consciente de las concesiones que me otorgó la vida y la protección que me ofrecen los que me rodean, a lo que no pueden ni podrán acceder millones de personas. A partir de ahora asumo la responsabilidad de mi cargo público como altavoz para evitar la crispación y las tensiones que nos circundan cada día y poder ser un poco más felices", aseguró.
Para finalizar, hizo un guiño a la Asociación Pallapupas de payasos que visitan a los niños enfermos en hospitales, hacia donde irán los beneficios de la obra. "Y para eso necesitamos que no haya un solo payaso triste. Esos niños que ocuparán nuestro lugar recordarán el resto de sus vidas cada una de vuestras sonrisas. Y no hay mayor motivo ni estímulo que la sonrisa de un niño para dejar un futuro mejor".