El PSG triunfa en otra batalla de su eterna guerra con el Barça

Llegó a su fin. Ahora, es tiempo de asimilar que Lionel Messi no volverá a defender la camiseta del FC Barcelona, al menos durante las próximas dos temporadas. Cuesta asimilarlo, pero la imagen ya es real: el astro argentino es nuevo jugador del Paris Saint-Germain. Luego de 21 años como jugador culé y 17 temporadas en el primer equipo, Leo ahora ya no mirará al cielo del Camp Nou cuando celebre un gol, lo hará al del Parc des Princes.

El astro argentino finalizó su vínculo con el club azulgrana el pasado 30 de junio, y no logró extenderlo debido a la "nefasta herencia recibida" y la inflexibilidad de LaLiga al tiempo de establecer los límites salariales. Estos fueron los motivos que esgrimió Joan Laporta durante la rueda de prensa donde oficializó la no renovación del ‘10’.

La versión de Messi en su conferencia de prensa de despedida del club azulgrana celebrada este domingo, fue en línea con lo dicho por el presidente del Barça, aunque fue evidente que evitó decir algunas cosas en más de una ocasión: "He hecho todo lo posible para quedarme; el Barça, no lo sé", aseguró entre sollozos. “Me llamaron para una rebaja del 50%, no me propusieron nada más”, confesó Leo.

El máximo verdugo

Así pues, el PSG ha vuelto a ganarle la partida al Barça en la guerra particular que mantienen ambos clubes. El club azulgrana ha tratado de pescar en numerosas ocasiones, pero siempre se ha estrellado contra el mismo muro. Sin embargo, los franceses han sido capaces de llevarse a las dos joyas de la corona del Camp Nou de la historia reciente: Neymar Jr y Leo Messi.

La salida de Neymar en verano de 2017 fue el punto de no regreso en la capital catalana. Desde entonces, el Barça ha ido cuesta abajo y sin frenos. Ese significó el principio del fin y la sensación que transmite el club es que nunca ha logrado sobreponerse a tal golpe. Las astronómicas inversiones en Dembélé y Coutinho no han dado el resultado esperado.

Las primeras contiendas

El primer foco de conflicto sucedió en el verano de 2013, cuando el Barça buscaba reforzar el eje de su defensa y el nombre de Thiago Silva fue el que generó consenso en la directiva culé. Y aunque el club azulgrana y el jugador llegaron a un consenso, la entidad francesa se negó en rotundo a deshacerse de uno de sus pilares.

Marquinhos y Verrati fueron dos de los nombres que también manejó el Barça. Se repitió el mismo escenario, el acuerdo entre el cuadro culé y el jugador había llegado a buen término, pero siempre se interpuso el PSG en la operación. El club galo sigue celebrando sus victorias ante la directiva azulgrana, mientras que desde Can Barça lamentan las pérdidas.