La revolución que prepara Hansi Flick para hacer de su FC Barcelona un equipo ganador

Desde las oficinas del Spotify Camp Nou llevan años trabajando en volver a convertir al FC Barcelona en el mejor equipo del mundo. Después de una época gloriosa, y que difícilmente se volverá a repetir en la historia del fútbol, de la mano de Pep Guardiola y Leo Messi, cuyo adiós significó el 'terremoto' definitivo, la entidad azulgrana busca consolidarse nuevamente en lo más alto del deporte.

Después del 2-8 ante el Bayern Múnich, los blaugranas tocaron fondo y se buscó resurgir al mando de Ronald Koeman. El periplo del neerlandés en la Ciudad Condal estuvo lejos de ir como se esperaba y se apostó por el regreso de Xavi Hernández a la Ciudad Condal. El egarense llegaba al banquillo azulgrana como un 'hijo de Pep', con el 'ADN' de la Masia como principal pilar de su proyecto, y rápidamente vio sus resultados.

En su primer curso completo como entrenador de la escuadra catalana, el egarense consiguió el campeonato de Liga. Sin embargo, los continuos fracasos en Europa, donde cayó eliminado en la fase grupos de la Champions League durante dos temporadas consecutivas, dejaron en evidencia que, aunque el sistema diera resultados en España, para volver a triunfar en la máxima competición continental se necesitaba algo más. Y este algo más significaba que Xavi le diera un giro a su esquema, pero el de Terrasa se negó a 'traicionar' sus principios para adaptarse al fútbol que se impone en la actualidad.

El riesgo de lo desconocido

Después de una temporada en blanco, los directivos blaugranas, encabezados por Joan Laporta, decidieron 'sacudir el árbol' y se desprendieron de Hernández para darle paso a Hansi Flick. El alemán es el primer entrenador que no tiene ninguna relación con el 'ADN Barça', rompiendo la 'hegemonía' del cruyffismo/guardiolismo. Los altos mandos del club consideraron que es momento de un cambio de ciclo definitivo, y el teutón llega a la Ciudad Condal con un plan que impondrá lo que Xavi no se atrevió a hacer.

El principal objetivo del germano es ganar, y para ello prepara una revolución, sobre todo desde lo físico, con la meta de devolver al equipo a la senda del triunfo. La exigencia es máxima, y la disciplina, el orden y el esfuerzo no se negocian para el técnico, que en su primer partido en el banquillo culé ante el Olot dejó en evidencia que su principal consigna es el equilibrio defensivo, con la presión tras pérdida siendo la tarea prioritaria. 

"Mi idea es tener un equipo en el campo activo, que quieran demostrar lo que pueden hacer con balón y sin", confesó Flick en su presentación como culé. Para completar su plan, ha pedido la contratación de un par de jugadores capaces de "ganar partidos" junto a Lamine Yamal. Por ello, los nombres de Nico Williams y Dani Olmo protagonizan las portadas azulgranas, donde sueñan con volver a ver al equipo blaugrana levantando todos los trofeos posibles aunque 'renunciar' al estilo sea el precio que haya que pagar.