La controversia no ha sido ajena al choque protagonizado por el FC Barcelona y el Elche en la sexta jornada de LaLiga. Si bien la superioridad culé ha sido evidente durante el compromiso, el colegiado también ha estado en el centro de la polémica ante algunas decisiones al filo del reglamento incluso desde los primeros minutos del encuentro disputado en el Camp Nou.
Apenas al 4', el árbitro Alejandro Muñiz Ruiz debió mostrar la primera tarjeta amarilla a Franck Kessié tras pelear un balón en el aire con Lucas Boyé, quien debió ser asistido por el personal médico del Elche y volvería al campo tres minutos después. Pero la polémica no se quedaría allí, a los 13 minutos, Gonzalo Caicedo Verdú recibía una tarjeta roja por una infracción sobre Lewandowski en una ocasión manifiesta de gol.
Una vez más, Kessié había arriesgado. El marfileño protagonizaría una acción similar a la primera al extender el brazo en la cara de John Nwankwo. Los ilicitanos protestarían de manera enérgica, especialmente en el caso de Pedro Bigas, quien recibiría una tarjeta amarilla por el reclamo, poco antes del primer gol del Barcelona que le ponía arriba en el primer tiempo.
El tanto anulado a Pedri
La jugada fue revisada por el videoarbitraje y posteriormente Memphis firmaría el segundo, en una jugada similar a la anterior al estar al borde del fuera de juego, pero ambas en posición legal. Era el mejor momento del partido para el Barça, que de hecho pudo haber incrementado su ventaja con el gol de Pedri, pero la jugada terminó siendo anulada por el colegiado al considerar que el centrocampista canario se encontraba adelantado al momento de marcar.
Ya en la segunda mitad, no fueron tan frecuentes las jugadas controversiales, más allá de los fueras de juego señalados en las jugadas de ataque por parte de Gavi y Ferran Torres. Sí habría dos tarjetas amarillas más: una para Mercau por una infracción sobre Lewandowski y una más para Ferran por llegar a destiempo en su intento de recuperar la pelota.