El malestar del Barcelona con Koeman parece haberse vestido de corbata tras los últimos partidos de Liga, llegando a las oficinas de la Junta Directiva que sabían de la dificultad en el torneo local pero que ante la manera de perder la oportunidad de ser campeón, las dudas parecen ser razones para no continuar con sus servicios.
El club, representado en Laporta, no tomará ninguna decisión hasta que se juegue la jornada 38 de Liga, porque más allá del milagro posible, reconocen que el holandés apareció en un momento complicado para el club y supo reconducir muchas cosas, ganar un título y darle palestra a muchos jóvenes que seguro serán del futuro del equipo.
Pero nada está bien, para nada bien, porque el fútbol del Barcelona no es el mismo en cinco jornadas seguidas, porque sin Messi las cosas no caminan y sobre todo, porque a pesar de gritos y entrenamientos a fondo, seguimos viendo a una plantilla que tiembla en momentos difíciles salvo las remontadas a Granada y Sevilla.
Koeman lo ha dicho escondido en sus últimas ruedas de prensa, entendiendo que es normal que se dude de su continuidad y en la última ya parece haberse roto, asegurando que no entiende lo que pasa y que encontrar explicaciones, termina siendo muy difícil para él, sus asistentes y los propios jugadores.
Laporta no termina de soltar prenda sobre el asunto y salvo ese tímido espaldarazo en su toma de posesión, poco ha mostrado en apoyo al técnico, que ya tiene algo de incomodidad por el hecho de que los fichajes que pidió no llegaron y al parecer, será difícil que lleguen, porque Agüero está por delante de Depay y Eric García es más necesario que Wijnaldum.
¿Quién llega?
Un gran problema será quién llegará para sustituirlo, porque la renovación de Xavi con cláusula invita a pensar que solo vendrá por emergencia, lo mismo que Guardiola, misión casi imposible su regreso. Naggelsman, candidato a dirigir, será el técnico del Bayern de Múnich y podría aparecer Ten Hag en la lista, que ya sonó en el pasado.