Ronaldo Nazario: A 25 años del inicio de su era culé

Ronaldo Nazario, también conocido como Ronaldo ‘el Gordo’ o como Ronaldo ‘el Bueno’, estampó su firma como jugador del FC Barcelona el 17 de julio de 1996, hace exactamente 25 años. Sucedió en planea concentración de Brasil en Miami para disputar los Juegos Olímpicos de Atlanta, cuya competición de fútbol iba a comenzar al cabo de tres días.

La firma del astro brasileño supuso el fin de un largo culebrón que tuvo un día extra de duración al prohibir tajantemente el día 16 Mario Zagalo, seleccionador brasileño, que su delantero estrella cumpliera con la revisión médica con la delegación del club azulgrana desplazada a Miami con el objetivo de efectuar el fichaje, encabezada por Joan Gaspart. Un día después de la negativa, sucedió el milagro de que el técnico brasileño accediera a que Ronaldo pasase revisión.

La contratación de Ronaldo, naturalmente dificultada a última hora por el endurecimiento de las pretensiones de sus agentes, los tristemente célebres Pita, Martins y Branchini, que un año después se lo llevarían a Milán, fue el desenlace de un largo tira y afloja a tres bandas (Barça, PSV y jugador) que ya había iniciado dos meses antes.

Con dicha declaración de intenciones del delantero, el guión del fichaje entró de lleno en una escalada de negociaciones entre el club culé y el PSV, que de entrada declaró a Ronaldo intransferible. El delantero ejerció más presión el 2 de junio con una polémica frase: “No quiero volver a Holanda”. Así de claro lo colocó sobre la mesa. Ronaldo, que meses atrás se había operado de la rodilla, no se sentía bien tratado por Advocaat, quien le había recriminado que volviese tarde de su recuperación en Brasil. La leyenda deseaba marcharse.

Consolidación de la negociación

El acuerdo entre ambos clubes se alcanzó finalmente el 10 de julio, por 2.550 millones de pesetas, en aquel momento significó un récord mundial. Núñez pudo presentarse a la Asamblea del día 18 con el fichaje cerrado. Ronaldo se fue con Brasil a EE.UU. a preparar los Juegos Olímpicos y, tras el acuerdo Barça-PSV, era cuestión de esperar su oficialización.

El martes 16 se habían roto las negociaciones por la intransigencia de la CBF, pero el miércoles 17 se reanudaron y el doctor Borrell inspeccionó la rodilla de Ronaldo en el hotel de concentración de la selección olímpica de Brasil. Se dio luz verde a un año de ensueño en el Barça, sólo uno de los ocho previstos inicialmente.