De la 'ruptura' entre Koeman y Laporta a los interrogantes del holandés

Crisis, polémicas, y enfrentamientos son los tres escenarios actuales del FC Barcelona que dejan ver, a vista de todos, el preocupante momento que vive el club, a nivel deportivo y sobre todo institucional. La relación entre el presidente Joan Laporta y Ronald Koeman, entrenador del primer equipo, es insosotenible y en las últimas semanas se han dedicado a 'mandarse' indirectas y dardos entre sí. La situación es complicada, alarmante y, de cierto modo, penosa porque la imagen del club se ha debilitado más que nunca. Y, lo peor del caso, es que parece que es una guerra que va comenzado.

Hay dos panoramas y dos 'bandos' muy marcados. Al neerlandés, en principio, se le 'condena' por el rendimiento del equipo en este comienzo de temporada. Los culés no han alzado vuelo y han quedado retratados en la mayoría de los partidos, a pesar de que suman dos victorias, una derrota y un empate. La imagen y el juego ha sido muy pobre y diferente a lo que ha mostrado el club históricamente. Koeman no ha llegado a dar con la tecla del equipo y acusa que con esta plantilla no se pueden esperar milagros. A eso, hay que añadirle que en ningún momento ha hecho autocrítica y quedó evidenciado después de leer un comunicado y no recibir preguntas por parte de la prensa. 

A Joan Laporta, por su parte, se le ha criticado que ha filtrado demasiadas cosas a la prensa, directa e indirectamente. Del mismo modo, parece incomprensible que, como presidente del club, siga el 'juego' a las respuestas por la prensa, en vez de enfrentarse cara a cara y resolver las diferencias en las oficinas. En silencio y de una manera en la que la imagen del club no se vea perjudicada -aún más-. Son disputas innecesarias en la opinión pública y que perfectamente podrían resolverse en los despachos, con la ratificación de la permanencia de Koeman o su despido. Sin tanto drama en el medio, si se quiere. 

Lo cierto es que, con este panorama, la situación institucional del Barça vive un momento delicado. Hay demasiados claroscuros, culpables y responsables, no únicamente el entrenador. Tal y como dijo 'Jan', él, como todos los entrenadores, están "muy condicionado por los resultados y en el caso del Barça por el juego". Eso no es lo único que 'atormenta' a Koeman, sino también la falta de respaldo y confianza del club (merecida o no). Son muchas las cosas que no entiende el de Zaandam y que, de cierto modo, 'provocan' sus respuestas. 

Toda la guerra entre Laporta y Koeman comenzó con la filtración del presidente a la prensa de las tres condiciones para que se produjera su renovación más allá de este verano, algo que a él no le habían explicado, así como un ultimátum de tres partidos. ¿Las dos caras del club? A él le queda la sensación de que no hay sinceridad y que, mientras a él le dicen una cosa, aparecen otras en los medios. 

Otro factor incomprensible para el ex de la selección de Países Bajos es que 'Jan' pida paciencia a los aficionados, apuntando que si hay algo por resolver, lo harán, pero que al mismo tiempo su asesor, Enric Masip, comunique públicamente que hay dudas con el trabajo del entrenador. Sea así o no, estás perjudicando y dejando entrevisto que no hay confianza. Y un presidente tiene que estar de lado de todos los 'prtagonistas' del club.

Koeman tiene todas las de perder en esta situación, lo sabe él, su entorno y todo el barcelonismo, pero no entiende que se le hunda por ser sincero y hablar de la situación real del club, la plantilla y las verdaderas opciones que tiene el Barça como están las cosas. La realidad ha 'dolido' a toda la afición, pero él ha cumplido y la ha desvelado con todas las consecuencias que eso puede traer para su figura. 

Seguirá el mismo camino de Messi

La realidad, en definitiva, es que Ronald Koeman está viviendo sus últimos días o semanas como entrenador del FC Barcelona. Su destino estará lejos de la Ciudad Condal y son muchas las dudas que quedan en el camino. Vivirá momentos difíciles, eso está claro. No entiende cómo tomará, a su manera, el mismo camino que Lionel Messi, quien también abandonó el club por la puerta de atrás. 

Porque eso es el último punto que Koeman no acaba de entender. Él contaba con Leo Messi y no es un secreto que la salida del argentino hubiese afectado a cualquier entrenador, sea quien fuese, porque fue un líder y el motor del equipo durante demasiados años.