¡Se mueve el fútbol! ¿Fachada o conciencia por parte de FIFA y UEFA?

José Félix Díaz hizo una reflexión recientemente en Marca, haciendo un llamado al análisis de los pasos que van dando la FIFA, UEFA, Ligas y confederaciones del mundo en relación a temas bastante espinosos: Calendario, competencia y Fair Play. Cada uno tan necesario como complicado de tocar.

Calendario

Mundial cada dos años y mundial de clubes son los títulos del trabajo presentado por cada cabeza de fútbol en el mundo, relacionándose con caras muy conocidas como las de Ronaldo y Roberto Carlos que algo saben sobre llegar fundidos a la selección, también Khedira, que estuvo hasta hace poco en competición y sabe de qué va esto.

Ronaldo Nazario dice que es positivo jugar una copa del mundo bianual, usando el válido argumento de Cristiano y Messi, que celebrarían tener más chances de ser campeones del globo con su país para redondear su palmarés profesional. Pero, las cosas no son tan sencillas y hace poco se vio.

Dos partidos suspendidos en España, Portugal lo intentó con el Porto y la guerra entre Ligas y Federaciones nacionales sigue en la mesa tras lo sucedido en CONMEBOL. Brasil y Argentina no jugaron su partido por los albicelestes de la premier, competición que bajó a una gran cantidad de canarinhos de la convocatoria.

¿Cuándo? ¿Cómo? Preguntas que aparecen para dar cabida a esa competición de selecciones que además podría chocar con Eurocopa o Copa América en algún momento, además de cargar más partidos a los jugadores y dejar un poco en lo ilógico aquello del descanso al futbolista.

Competencia

¿Cuántos clubes ascienden dominando a placer la segunda categoría de su país y después no pueden ni pelear la permanencia?  Si echamos un ojo a Europa seguro encontramos un caso por año en alguna liga y sí, no están llamados a hacer un gran papel pero la distancia entre una división y otra es abismal.

Al margen de clubes como Barcelona, Real Madrid, Bayern o Liverpool, que viven con la exigencia de ganar hasta lo que no existe, solo el Atlético de Madrid y el Leipzig han sabido colarse en la mesa principal en los últimos años a golpe de derrotas y proyectos, fichajes grandes de forma esporádica y planes que perduren en el tiempo.

Las diferencias son cada vez más notables y Francia es un claro ejemplo, país en el que el PSG no pudo ganar la Ligue 1 hace un año y para “solucionarlo” ficharon a Messi, Achraf, Ramos, Wijnaldum y Donnarumma, tan costosos como gratis con gran salario según la operación. ¿Cuántos fichajes hará el Rennes con los 35 millones recibidos por Camavinga?

Fari Play

Y nos quedamos en tierras galas. No se le tiene manía al PSG, pero fácil que la pone el club dirigido por Al Khelaifi. Al presidente le vale el orgullo y al director deportivo, Leonardo, le quedó aquello del favoritismo por ser brasileño, aunque ahora lo lleva a cabo desde la chequera y pocos hacen o dicen algo.

El Bayern ya emitió con algún portavoz que la Superliga no es una locura pero tampoco es inmediata, cuando a comienzos del proyecto tachó de poca competitiva. Claro, la Bundesliga es su mejor cantera y de eso pocos opinan en Alemania. Pero volvamos a París, porque allí está el epicentro.

La réplica más fuerte de este terremoto está vestida de azul cielo en Manchester y ambos clubes disparan a matar en cada mercado, pagando lo que sea necesario por el jugador que el técnico señale con aquella ligereza del niño que elige una galleta o un juguete, porque aquello de la pandemia, burbujas y crisis, no les suena mucho.

La UEFA y FIFA comienzan a mirar de cerca el caso no porque quieran frenarlo, sino porque las grandes oficinas del fútbol europeo ya no están por la labor de “ver qué pasa”, saben lo que está sucediendo cuando un club que gasta lo que gastó el PSG, se da el lujo de retener a un jugador en su último año de contrato pese a la oferta de 200 millones.

Con el antecedente de Neymar, claro está, que parece haber llegado a Barcelona con un cheque en blanco esperando la cifra que diera el club para pagar su salida y ser presentado como estrella en la Torre Eiffel. José Félix Díaz preguntaba ¿qué pasa en el fútbol?, tal vez, la pregunta sería ¿qué pasó en el fútbol?, porque a día de hoy parece tener dueño tras muchos años siendo patrimonio de la humanidad de forma tácita.