Sergi Roberto es de ese tipo de jugadores que siempre da la talla. Nunca se esconde. Puede ser más o menos titular, cambiar más o menos de posición... pero cuando salta al terreno de juego cumple como pocos. No brilla como pueden hacerlo otros, pero su regularidad le convierte en un baluarte imprescindible para este Barcelona.
El catalán cumplió en Montilivi su partido 100 en LaLiga, un hecho muy especial más por su situación actual que por el número en sí. Y es que, después de mucho tiempo, trabajo y sacrificio, el de Reus es una pieza muy importante en la plantilla del primer equipo. Lejos queda ya el 21 de mayo 2011, cuando debutó en el campeonato nacional, todavía como jugador del filial, en un duelo en La Rosaleda.
Desde entonces, 100 encuentros, 58 como titular y 42 como suplente, una tendencia que poco a poco ha ido volteando un Sergi Roberto que estuvo cerca de abandonar el Camp Nou y que finalmente explotó como lateral derecho. Ahora se ha convertido en un gran centrocampista y un mejor comodín, uno que Ernesto Valverde tiene muy en cuenta.
El canterano forma parte ahora de la conocida como 'segunda unidad', un concepto bastante difuso para los deportistas, porque en un equipo todo el mundo suma -que se lo digan al Madrid la pasada temporada-. No se queja, no pide más protagonismo... cumple con su trabajo cuando tiene la oportunidad.
Ante el Girona, impoluto
Repasando el encuentro de este sábado ante el Girona, Roberto estuvo soberbio. Fino al corte, rápido en el balance defensivo y nuevamente profundo por la banda, sobre todo cuando Aleix se cambió al extremo izquierdo. Tiene un pulmón que le convierte en un jugador increíble. Parece incansable.