Es importante evitar la fuga de talento. Porque no todos los jugadores valen para el primer equipo, pero tampoco tiene mucho sentido pagar una millonada unos años después por jóvenes que hace poco estaban en tus filas. Esto le ha pasado al Barça últimamente. Y por ello quiere acabar con esa dinámica.
Todavía no es oficial, pero sí un hecho que el Mónaco ya ha depositado los 3 millones de euros de la cláusula de rescisión de Jordi Mboula, que será futbolista del club monegasco las próximas 5 temporadas. Una de las mayores perlas de la cantera que cambiará de aires. Y es que tras hablar con varios miembros del club, "cree que es lo mejor para su futuro". Algo falla ahí.
Este domingo "Mundo Deportivo" informa que el club azulgrana quiere detener este tipo de casos y que la medida que implementarán para conseguirlo es subir la cláusula de rescisión, que por esta edad está fijada para todos los jugadores en estos 3 millones que ha pagado el Mónaco.
El club no habría especificado la cifra de este aumento, pero sí sería significativo para proteger esta facilidad de los grandes de Europa de llevarse los juveniles con más potencial de la Masía. Trabajar durante varios años con ellos y que se vayan a precio de coste no es un negocio rentable.
Mboula no veía futuro en el Camp Nou
El gran problema del Barça ya no es sólo que sus promesas se vayan del club. El gran qué radica en por qué toman esa decisión. Según explicaba la "Cadena Ser" esta semana, Mboula habría hecho varias consultas a jugadores, entorno familiar y del club para acabar de autoconvencerse.
Y todos le respondían lo mismo: "Sal de ahí si quieres jugar minutos y mejorar". En los últimos años muy pocos jugadores de la cantera se han podido asentar en el primer equipo. Quizás Roberto es el único ejemplo. Munir, Sandro, Samper, Adama... todos se han marchado.