El FC Barcelona salió dominando desde el primer minuto frente al Villarreal en Villarreal, marcando la pauta del juego y controlando sin problemas la posesión del balón en los aledaños del área del 'submarino amarillo', incapaz de contrarrestar las rápidas combinaciones culés.
El Barça ha mejorado muchas cosas esta temporada con Ernesto Valverde en el banquillo, y una de ellas es la concentración en los inicios de partido. Los blaugrana salieron enchufados desde el principio y, con Leo Messi y Denis Suárez como manijas del juego ofensivo, trenzaron algunas jugadas peligrosas a las que les faltó precisión en el último pase.
En una de las intentonas para acercarse al área de Asenjo, Jordi Alba chocó con Mario Gaspar y se fue al suelo, doliéndose del hombro con intensidad y provocando que se parara el partido durante unos segundos, cuando el árbitro se interesó por su estado.
Por fortuna, el de L'Hospitalet pudo continuar sin problemas aunque visiblemente dolorido, por lo que no se descarta que tras el partido se le haga algún tipo de prueba para comprobar que sólo se trata de una contusión.
Gerard Piqué, a punto de adelantar al Barça
La cuestión es que, apenas unos minutos después del golpe de Jordi Alba, el FC Barcelona estuvo a punto de adelantarse en el marcador frente al Villarreal. A la salida de un córner muy bien botado por Rakitic, Gerard Piqué se adelantó a Semedo y remató de cabeza a bocajarro.
El balón se estrelló en la cruceta de la portería defendida por Asenjo y salió repelido, convirtiéndose en la mejor ocasión del FC Barcelona durante los primeros minutos de encuentro en el Estadio de la Cerámica. El Barça lo siguió intentando a lo largo de la primera media hora, pero el Villarreal se adaptó poco a poco al juego azulgrana y se igualaron las fuerzas sobre el césped.