El FC Barcelona sufrió otra dura derrota en la temporada, esta vez ante el Girona, repitiendo el mismo resultado que en el partido de la primera vuelta disputado en el estadio Lluís Companys (4-2), dejando en evidencia la mala tarde de algunos futbolistas blaugrana. Uno de los más señalados fue Sergi Roberto, quien cometió un error que propició el empate del conjunto local y desmoronó el espíritu de todo el equipo.
Con el marcador 1-2 a favor de los culés, transcurría el minuto 65 cuando Sergi envió un balón desde el mediocampo hacia ter Stegen. Sin embargo, dicho pase nunca llegó y fue interceptado por Artem Dovbyk. Ante el deficiente posicionamiento defensivo del equipo dirigido por Xavi, Dovbyk aprovechó para habilitar dentro del área a Cristian Portu, quien anotó el empate parcial, a pesar del intento fallido de Pau Cubarsí por bloquear el disparo.
Actuación paupérrima en la segunda mitad
Esta jugada desafortunada no solo le costó al Barça los tres puntos, sino que también le hizo perder terreno en la pelea por el título de liga. Un error fatal que no se puede permitir bajo ningún concepto por parte de un jugador profesional, y mucho menos del primer capitán. Este fatídico fallo puede tener repercusiones importantes para Sergi Roberto, quien está a punto de sellar su renovación como azulgrana. A pesar de haber tenido buenas actuaciones en los últimos encuentros, el rendimiento mostrado hoy vuelve a situarlo en el foco de las críticas.
Sin embargo, no toda la culpa recae en el '20', ya que el Barça tuvo varias oportunidades de estirar la ventaja, las cuales fueron desaprovechadas. Otra falencia del conjunto catalán fue la pasividad y desconcentraciones en la marca, evidenciada especialmente después de que Christensen anotara el 0-1, recibiendo un gol poco después de sacar del centro. Un balón filtrado a espaldas de Koundé y Araújo fue aprovechado por Iván Martin, quien tras regatear, centró para la cabeza de Dovbyk y así igualar las cifras.
Sergi Roberto habló tras la derrota
El mediocampista fue autocrítico y asumió la responsabilidad por la derrota ante el Girona. "Hasta el minuto 65, hasta su empate, habíamos sido superiores. Pero a partir del empate nos hemos ido del partido, me da mucha rabia, porque ha sido un error mío y me voy muy cabreado. Pido perdón al equipo, porque estábamos haciendo un buen partido. Nos vamos enfadados", lamentó.
Además, se refirió a la lucha por la segunda plaza, que ahora pasa a pertenecer a los de Montilivi. "Con este resultado, no dependemos de nosotros. Tenemos que ganar los partidos que nos quedan y esperar el tropiezo del Girona", finalizó. Ahora, los de la Ciudad Condal deben pensar en la próxima jornada cuando reciban en casa a la Real Sociedad, con el objetivo de desplazar al Girona y quedarse con el segundo lugar, el cual podría brindarles numerosos beneficios.