La efectividad comienza a ser uno de los grandes pilares del nuevo proyecto de Hansi Flick en el FC Barcelona. El equipo dirigido por el entrenador alemán ha marcado más de lo que debería, tal y como lo ha demostrado el parámetro que mide la relación entre la peligrosidad de las ocasiones generadas y los goles anotados.

De hecho, en comparación con el arranque de temporada del pasado curso con Xavi Hernábdez en el banquillo, el dato es completamente opuesto, lo que deja en evidencia una importante mejora en este aspecto.

En sus primeros cuatro partidos de Liga, en los que han conseguido cuatro victorias, los catalanes han anotado 13 goles: dos ante Valencia, Athletic y Rayo y siete frente al Valladolid. De acuerdo a datos de 'Sofascore', los dirigidos por el teutón generaron 11,23 goles esperados, lo que traducido al leguaje corriente, representa que vieron más portería que lo que estaba previsto, aumentado los niveles de efectividad en ataque.

Sin embargo, los barcelonistas deben hacer algunos ajustes en defensa. Según la fuente anteriormente mencionada, los de Flick han recibido más goles de los que le 'tocaban'. Marc-André Ter Stegen ha recibido tres dianas, mientras que por goles esperados debería haber concedido 2,93. Una diferencia mínima que, con casi toda seguridad, Hansi corregirá en las próximas semanas.

Flick ha revertido la tendencia

Estos números son completamente opuestos a los del pasado curso, donde en los primeros cuatro partidos de la temporada, el Barça de Xavi había marcado menos (8) de lo que había generado (10,04), aunque también había encajado menos (4) de lo que 'merecía' (4,35). Por ahora, Flick le ha dado vuelta a la situación, dejando clara la importancia de mantener una cuota importante de efectividad para aspirar a todos los títulos.

El gran objetivo del equipo no es otro que mantener tan bajos los goles esperados de los rivales cuando estos sean de primer nivel, factor que entrará en juego a partir de las próximas semanas con el inicio de la Champions League. De momento, Hansi sigue demostrando que la ilusión generada alrededor de su conjunto está más que justificada.