Una temporada para olvidar: Los fantasmas del Barça en su año más 'deprimente'

Decía hace unos días Joan Laporta que la temporada del FC Barcelona tenía un "aprobado justito", razonando que las cosas pudieron haber sido peores y que, al menos, el club consiguió la clasificación a la próxima fase de grupos de la Champions League y la 'final four' de la Supercopa de España. Fueron, de hecho, los dos grandes logros de un Barça que acabó el año en blanco, sin títulos. 

La ausencia de trofeos es preocupante, tomando en cuenta que en los últimos tres años, el cuadro azulgrana solo ha levantado un trofeo, el de la Copa del Rey en la temporada pasada. Lo que es más grave es cómo se ha despedido el Barça de cada una de las competiciones; con la sensación de que no le alcanzaba para competir realmente por los cinco títulos que jugó en esta campaña. Los de la Ciudad Condal vivieron eliminaciones traumáticas (otra vez) y en ningún momento se sintieron capaces de llegar lejos. No había cómo. 

Y es cierto que influyen muchos factores. Era la primera temporada 'post-Messi' y la plantilla quedó a medias. El club alargó demasiado la 'agonía' con Ronald Koeman o Xavi Hernández encontró una plantilla totalmente destruida. Todo influye. Todo resta. El Barça se encontró en una situación súmamente delicada que, salvo al período entre febrero y marzo, fue una auténtica película de terror. Se pueden buscar muchos culpables (y probablemente lo es), pero la conclusión es que ha sido una de las temporadas más deprimentes y dramáticas de los culés en los últimos tiempos.

La eliminación de la Champions League en fase de grupos fue el golpe más duro para los azulgrana. En seis partidos, solo fueron capaces de anotar dos goles (al Dynamo de Kiev, uno en la ida y otro en la vuelta) y fue víctima de tres goleadas, contra el Bayern por partida doble y ante el Benfica. Los culés pasaron a jugar la Europa League, en 'play-offs', una competición 'desconocida' para un equipo acostumbrado a disputar las fases finales de la Liga de Campeones. 

En Europa la situación no mejoró mucho, pero la depresión continuó. La historia acabó en cuartos de final, aunque de entrada el Barça dejó la sensación de que era claro candidato a llevarse el título. El Eintracht de Frankfurt acabó con las ilusiones e invadió al Camp Nou para llevarse el resultado y dejar muy 'tocado' al conjunto entrenado por Xavi Hernández. Fue una nueva decepción de la temporada y una nueva humillación en competiciones continentales (¡la enésima en estos últimos años!). 

La historia no mejoró en casa... 

En las competiciones nacionales la historia no mejoró para el Barça, todo lo contrario. En la Copa del Rey no pudieron defender el título y se vieron eliminados en octavos de final en manos del Athletic de Bilbao, en prórroga, mientras que en la Supercopa Española el Real Madrid superó a los azulgrana. Se puede destacar, de ese enfrentamiento en concreto, que los de Xavi firmaron un partido muy completo y fueron superiores, pero fueron los de Ancelotti los que se llevaron el trofeo... 

En la LaLiga, por último, el Barça no fue capaz de competir por el título. Es cierto que se consiguió una remontada de posiciones importantísima (de la novena a la segunda) y que los blaugrana consiguieron clasificarse a Champions y Supercopa, pero al final esa es la obligación anual. Con sus grises y sorpresas, pero obligación. El Real Madrid no tuvo rival y su título es indiscutible, porque supo mantener sus diferencias y aprovecharse de los 'KO' de sus rivales. 

Es mérito de los madridistas, pero también demérito del resto. El Barcelona acabó a trece puntos del liderato y nunca se vio posible de acercarse más a la primera posición. LaLiga acabó muy pronto y los culés no se sumaron al tren. Solo les queda, de seguro, un aprendizaje enorme y la obligación de hacer todo lo posible para que temporadas como estas no se repitan. Sería tiro en el pie para el club.