¿Cuántas veces se le ha visto mal colocado a Ter Stegen? Muy pocas seguramente. ¿Cuántas veces un compañero ha tapado la visión del alemán lo suficiente como para encajar un gol? Seguramente menos. Estas y otras situaciones se han juntado esta temporada en el arco del Barcelona y seguramente, es de las peores temporadas que se le recordará al alemán defendiendo la portería.
El primer gol ante el Celta de Vigo fue una mezcla de ambas situaciones anteriores, con Ter Stegen mal ubicado en su zona, Piqué tapando un poco su visión y un disparo cómodo y al centro terminó siendo gol para el conjunto gallego, que siempre ha sido una piedra dura para los equipos grandes, tal como demostró ante el Barcelona.
Más allá de estar fuera de la pelea por LaLiga (emocionalmente, aunque los números lo seguían permitiendo), el portero se ha visto contaminado por las irregularidades del equipo y su rendimiento está en medio de dudas, críticas y señalamientos. Pero visto en perspectiva y con cabeza fría, pocas son las cosas por reprocharle.
Implicación
Desde que se descubrió que la pizarra funcionaba mejor con tres centrales, la participación de Ter Stegen ha sido más por su peso y la confianza que le tienen que por verdadera necesidad, porque la prioridad pasa por darle la pelota a De Jong o jugar con Alba/Dest en los carriles por velocidad, con poco empuje desde el fondo.
El Ter Stegen capaz de meter una asistencia desde su arco se diluyó en el transcurso de la temporada y al tener cada vez menos participación con la pelota, es normal que un portero pierda la confianza y seguridad al manejar el balón, que ya de por sí debería usarla menos que sus compañeros.
Exposición
La defensa no ha sido la mejor zona del Barcelona esta temporada y justo con línea de tres al fondo se le vio menos expuesta, aunque esto era más por tener mayor peso en ataque que por pulir aspectos defensivos, algo que Koeman tiene pendiente para la próxima temporada. O su sustituto.
El desorden y mal funcionamiento de la primera línea terminó por exponer mucho más a Ter Stegen, que sigue siendo de los mejores en el mundo pero antes tenía la virtud de conseguirse más rivales en 1 contra 1, su principal fortaleza. Para esta temporada, el alemán tuvo de cara todo tipo de disparos, jugadas de 2 contra uno y hasta compañeros propios estorbando en su área.
No le quita su mérito y peso la actual temporada, pero es cierto que el bajón de Ter Stegen (estadísticamente) complicó hasta más no poder al Barcelona esta temporada, que sin ser el mayor de sus problemas, alguna complicación adicional dejó.