La firma del aval económico se convirtió en una verdadera epopeya el pasado martes en la notaría de la Diagonal de Barcelona en la que estuvo reunido el equipo de Joan Laporta, en medio de celebraciones, comida y canciones que llegaron hasta la madrugada, cuando por fin se pudo ver salir a cada uno del lugar.
Cada uno de los socios y también representantes de la Junta Directiva comenzaron a salir con la misma sensación y cara de felicidad, coincidiendo en que Laporta será el presidente del Barcelona este miércoles y muy convencidos de que por fin estaba listo el tema del aval económico, un gran susto a última hora en el equipo.
Eduard Romeu fue el gran protagonista de la noche junto a Laporta tras su reciente y sorpresiva inclusión, aunque según se ha podido saber no hay mayor misterio en su presencia, ya que desde hace meses estuvo en contacto con el equipo de candidatos y Laporta siempre fue uno de los más receptivos con su participación.
Pizza, Sushi, Vino y el himno del Barcelona hicieron acto de presencia en la noche que tuvo a varios medios de comunicación presentes en las afueras de la notaría, por lo que secretismo no había, más allá de la reunión privada entre los participantes. Hasta pasadas las 2 de la madrugada se pudo a Laporta en la calle.
Sin preocupaciones
Si bien el cambio de última hora con Giró en la organización del club encendió las alarmas, para Laporta nunca hubo preocupación en su cargo según él mismo indicó, ya que al ser preguntado por su toma de posesión indicó ante los micrófonos en el lugar que “claro que seré Presidente, los socios me eligieron a mí”.
Al ser preguntado por el aval se mostró bastante tranquilo y con una frase que desmonta todo el escenario alrededor del asunto: “no he sufrido por el aval”, con una actitud acorde a lo que decía y además, la alegría presente entre los participantes de la reunión demostraron que en efecto, todo salió bien.